Libro inédito del médico ginecoobstetra Guillermo Henao Cortés
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
(Médico asmedista y filósofo Guillermo Henao Cortés)
Poema #31
I
Con mis sentidos siento y no es posible eliminarlos y estar vivo.
Con lo que siento percibo y aprendo
y con lo que aprendo preciso el significado (el sentido) que le doy a lo que aprendo.
Después sé que existo
y luego pienso sobre lo que pienso y ya no tanto sobre lo que percibo,
y es en le ocupo casi todo mi pensar.
El afuera es anterior a mí y más vasto que yo.
Sé que nací y nací de otros y éstos de otros.
Sé dónde nací y no en otra parte porque ellos me lo dijeron.
Sé que se nace y se muere sólo una vez.
No nací para algo sino que nací, (*)
igual que no moriré para algo, lo quiera yo o no lo quiera,
sino que moriré.
Mas no nací de la nada sino de algo,
pues la nada no existe.
Ahora yo soy yo y al morir ya no seré yo sino otros cuerpos
que nunca se reconstruirán como yo.
No resucitaré.
Se formarán otros seres
con lo que resulte de mi descomposición:
siempre queda algo que nunca desaparece.
Nací por azar en este lugar y no en otro
y no hay que tomarlo tan “a pecho”, como dicen algunos por hábito.
Pudo ser en otro sitio y en otra forma -o nunca haber ocurrido-.
Nos enseñan y acostumbran a que este lugar
es “el más importante y hermoso del mundo”,
pero, aun cuando siempre sea diferente y singularizante,
también “en toaj pajtej ej lo mejmo”, como dijo un escritor quindianocaldense. (**)
Lo que importa es vivir durante este único abrirycerrardeojos
sin dañarse ni dañar.
_________________________________________
(*): “Para nacer he nacido”. Pablo Neruda (1904-1973). (Título de un libro, Editorial Bruguera, Barcelona, 1980).
(**): Adel López Gómez (1900-1989).
II
Sé que existo.
Que estoy en el mundo, que soy parte de él y que éste existe.
De no ser así, ¿cómo comería, me protegería del frío y el calor,
actuaría y actuarían sobre mí?
Pensar en él y en mí no es una enfermedad, es tan indispensable como beber,
respirar, actuar, ya que estoy.
Quiera o no quiera, piense en pensar o no, yo pienso,
y no existo porque pienso sino que pienso porque existo.
Estoy vivo porque hay otros seres vivos
y si yo fuera lo único vivo no estaría vivo.
No hay ningún ser vivo originario y único del que aparezcan los demás.
Me comunico porque estoy vivo, porque hay algo y alguien fuera de mí.
Así puedo pensar y hacer preguntas,
actuar y responder.
Así sé que existo, que existen las cosas, el mundo, el universo.
Poema #32
Si se habla de lo que llaman tiempo
y se lo considera aparte, como si existiera por fuera, por sí mismo,
o dentro de mí, como un ser diferente que me dirige y domina,
se olvida, se desconoce o se oculta que no constituye ninguna cosa
sino sólo relaciones entre movimientos de las cosas.
Con el movimiento de los cuerpos simples, que no proviene de afuera,
y el de los compuestos, que sí y no,
se crean relaciones que no existen sin ellos
y esto es lo que llamamos tiempo.
¿Medir el tiempo?
¿Cómo se miden los procesos
(siempre son múltiples e interrelacionados),
que están en incesante movimiento y cambio?
¿Cómo se mide un instante?
Se miden relaciones entre cuerpos en movimiento
pero considerados como fijos, al menos uno de ellos,
cuando no lo están.
El tiempo no tiene existencia propia.
No puede definirse con propiedades que le sean suyas, pues no las tiene.
Ninguna cosa -nada, nadie-
está en el tiempo.
Es el tiempo el que está en las cosas, pero no como otra cosa más,
independiente de todas,
sino como relación entre ellas, entre sus cambios.
Su noción se origina al fijar el movimiento de algunos cuerpos.
Cuando creemos que no hay movimiento, pensamos que el tiempo se detuvo; pero no es así porque nada está inmóvil.
Cuando dormimos, perdemos su noción,
porque no hay moción ni “reposo” percibidos.
No se puede detenerlo, por lo mismo,
porque no es posible detener el movimiento,
ni tampoco regresarlo,
pues nada retorna a un estado anterior.
¿Hacia dónde lo haría?
Nunca hay el mismo sitio, la misma gente, los mismos objetos,
los mismos hechos.
Hay un cambio incesante de los cuerpos,
tanto de sus diversas propiedades
y de la fugaz relación entre ellas.
Accidente de accidentes,
es lo que llamamos tiempo,
como lo dijo Epicuro (*).
Y no es agregado por algo desde fuera ni por nosotros,
sino inherente. Y por eso es inasible.
O como dije en otra parte:
Momento que se mueve
Lugar que no se ubica
Instante que no está (**)Muéstrame un instante.
Señálame uno momento.
No es posible.
Y hablamos de ellos cada día. Para todo nos referimos al tiempo.
Le adjudicamos mil propiedades humanas como si fuera otro hombre:
vuela, pasa, no pasa, dice, decide, cambia, perdona, no perdona,
todo lo cambia, se acaba;
lo ganamos, lo perdemos, tuve, tengo o tendré;
démosle tiempo al tiempo. (***)
¡Con él todo se descubre, todo se sabrá!
Hasta decimos que hay contratiempos.
No señor. El tiempo no existe por sí mismo.
Seguiremos, sin embargo, hablando de él.
Es imprescindible.
Pero no le adjudiquemos existencia propia.
No ignoremos ni olvidemos lo que es
y no utilicemos esta palabra para engañarnos y engañar.
Es válido, entonces, el deseo del maestro Caeiro: “Yo no quiero el presente, quiero la realidad”
Y realidad es todo, “desde” el noprincipio “hasta” el nofinal.
No son cosas sin presente, es decir, sin proceso,
ya que no las hay sin tiempo en cuanto éste, repito, está en ellas,
no las cosas en él.
No es voluntario incluirlo o no:
“está” en tanto que las cosas están,
“es” en tanto que ellas son.
Se origina en sus procesos.
Los cuerpos perceptibles están en movimiento
porque se originan en cuerpos simples increados
y en eterno movimiento
sin los cuales es imposible que los otros existan.
Cuando pensamos lo hacemos con imágenes fijas -como toda imagen-
de lo que logramos captar de los procesos.
Cambios son “partes” de ellos, fijadas para poder pensarlas
y entonces las llamamos pasado, presente y hasta futuro.
Presente que de continuo se desplaza y que nunca es
porque es y no es.
El Ser de los filósofos es una hermosa abstracción,
pero una abstracción,
y fija, como todas, mas no real.
Sólo existen las cosas en movimiento,
en permanente interacción.
Es imposible no actuar sobre las cosas puesto que soy una y una parte de otras,
las cuales son sin mí, mas yo no soy sin ellas.
¿Cómo puedo percibirlas y no pensar?
¿Verlas sin movimiento, sin proceso y sin lugar?
Tendría que estar yo también sin ellos y sin ellas.
La relación no es entre movimiento y reposo –pues éste no existe-
sino entre movimientos.
La relación no es entre espacio y tiempo
-pues éste sólo es relación de relaciones-,
sino entre espacio y cuerpos,
que son los únicos que son y están.
La relación no es entre lugar y no lugar –pues éste no existe-,
sino entre cuerpos que están y no están
en algunos lugares que son y no son.
_______________________________
(*) Epicuro, carta a Meneceo. En: obras, op. cit.
(**). En: Guillermo Henao. Verso in verso. Pre-logo Copiservivo, Medellín, 1983. En: Ibid: Manifiesto autarquista.2021.
(***): “ las propiedades del tiempo no pueden existir en los demás seres (nota Guillermo Henao el tiempo no es un ser) ni las propiedades de los demás seres pueden existir en el tiempo (resaltado mío). Jean Meslier: Mémoire des pensées et des sentiments de Jean Meslier.Traducción de Javier Mina Osés, Editorial Laetoli, Pamplona, España, 2010, p. 428.
“El tiempo no es una sustancia inmaterial ni material. Ibid, p. 431.
“No es una sustancia capaz de pensar y querer ni capaz de concebir el bien y el mal.” Ibid, p. 431 (resaltado mío).
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Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
