En apoyo a la reforma a la salud y la ministra Carolina Corcho

(Los comentarios y opiniones expresados en esta página son responsabilidad exclusiva de sus autores y no comprometen a la Asociación Médica ASMEDAS)

Tomado de: Oicina de Comunicaciones, Información y Prensa

Por: Médico asmedista Alejandro Hernán Quintero Galeano (foto)
Ginecoobstetra

Cuando se aproxima la presentación de la reforma a la salud en el Congreso de la República se incrementa el ataque sin cuartel y sin respiro contra la reforma y la ministra de salud. Sin ni siquiera conocerse el articulado definitivo se intenta destruir la reforma y desprestigiar a la ministra con todo tipo de infundios, mentiras y descontextualizaciones, lanzados desde los medios de comunicación radiales, televisivos e impresos, así como desde las redes de internet y los famosos blogueros contratados por la derecha colombiana; además, con encuestas sesgadas; pero, ¿Qué hay detrás de toda esta campaña sucia mediática?

La ministra ha solicitado en varias ocasiones un debate con altura, con argumentos, debido a que lo que está en juego es el BIEN SUPREMO DE LA SALUD Y LA VIDA de los colombianos. Sin embargo, los ataques son cada vez con mayor alevosía intentando manipular a la opinión pública para ponerla en su contra. ¿Qué intereses se esconden detrás de tan furtivo ataque?

Desde que surgió la Ley 100 de 1993, que instituyó el Sistema General de Seguridad Social en Salud SGSSS, no han cesado las manifestaciones en su contra por parte de pacientes y personal de la salud, quienes nos hemos visto perjudicados. Los pacientes han presentado una gran dificultad en el acceso al sistema y en lograr la atención requerida; las causas son múltiples, como las barreras de acceso al sistema (filas, autorizaciones, desplazamientos, copagos, etc.), las demoras en entrega de medicamentos, citas con especialistas, cirugías, ayudas diagnósticas avanzadas, la negación de servicios, el paseo de la muerte, etc. Convirtiéndose en un sistema donde se negocia con la enfermedad, la vida y la muerte. Desde el personal de atención, se puede decir, que se ha perjudicado por dos vías, la primera en la autonomía de la decisión, al estar mediada por una autorización de parte de las EPS -otro mecanismo más del control del gasto- y la segunda, que la ley ha estado acompañada de una reforma laboral en la cual se tercerizó la contratación laboral con la pérdida de derechos y garantías laborales; son famosos, los llamados contratos basura: contratos a través de cooperativas, falsos sindicatos, prestación de servicios OPS, etc.

Otro elemento a resaltar es el deterioro de la red pública hospitalaria y la atención en los centros rurales dispersos del país. En estos lugares se ha evidenciado el desfinanciamiento de la red pública llevando a la quiebra y cierre de hospitales en regiones apartadas, perjudicando a todos sus habitantes; casos tan dramáticos como los del hospital de Quibdó Chocó o Leticia Amazonas son sólo algunos ejemplos de múltiples casos que se presentan en todos los departamentos del país; además, ante la perspectiva de no ganancia por parte de las EPS, en dichos lugares apartados, los habitantes de estas regiones están condenados a la imposibilidad de acceso al sistema por la falta de instituciones para la atención tanto públicas como privadas.

El personal de atención en salud, fuera de estar trabajando, en su mayoría a través de contratos basura como hemos dicho, ha sido víctima de la invasión de su espacio más sagrado: la relación con el paciente, al irrumpir con la ley la figura del “usuario/cliente” con la nueva visión de la salud como mercado. Esta visión mercantilista de la salud y los pacientes (clientes) interrumpe esa relación en detrimento del vínculo humano de atención, en muchos casos con la pérdida de los seguimientos o del control de los procesos (al tener de por medio una orden administrativa); y además, la forma de contratación del personal de salud interrumpe en -cierta medida- la relación armoniosa, al estar influenciada por la forma de la prestación económica y la inseguridad laboral que produce.

Por ello, han sido múltiples los eventos académicos, análisis, foros, debates, tutelas, protestas, notas de prensa, marchas, huelgas, paros, movimientos, en el transcurrir de estos 30 años en contra de dicha ley, donde han confluido tanto pacientes, personal de la salud y ciudadanía en general, buscando su derogación, no su cambio cosmético (como ha pasado); el problema es estructural, está en la médula de la Ley 100/93; por ello, se requiere la reforma, la construcción de una nueva Ley de salud en la que se des-mercantilice y se haga efectivo el derecho para todas y todos los colombianos. Consecuentemente, los ejes de la reforma son la prevención (determinantes de la salud, atención primaria), acceso efectivo -tanto en la red pública (recuperándola y fortaleciéndola) como privada, en la periferia como en el centro del país-, la NO intermediación en salud (recuperando el manejo y la fiscalización de los dineros públicos) y la dignificación del personal encargado de la atención en salud con contratos laborales dignos. De este movimiento social es que surge la figura y el liderazgo comprometido de la doctora Carolina Corcho.

Mientras que en la otra cara de la ley se encuentran las EPS, las ganadoras absolutas durante estos 30 años. Son ellas las que se han beneficiado del SGSSS llenando sus arcas, entrando al selecto grupo de las empresas más rentables del país1.

Sabemos cómo con la Ley 100/93 el presupuesto en salud ha aumentado por encima del 7% del PIB (más de 50 billones de pesos), cifra jugosa de la cual gran parte entra en las arcas de las EPS, siendo de origen público y perdiendo su control por parte del Estado al pasar al sector privado; las EPS pertenecen a los grandes grupos económicos del país, que en el sector son oligopólicas, dominantes; en la esfera política nacional, ponen y quitan presidentes, hacen lobby en el Congreso comprando senadores y representantes, incluso dominando algunos partidos políticos; y que son además, los propietarios de los medios de comunicación y encuestadoras, los mismos que hoy desatan la violenta campaña en contra de la reforma y la ministra.

¿Entiendes la causa del ataque?

Blanco es, gallina lo pone y frito se come.

POR UN NUEVO SISTEMA DE SALUD, DONDE LA SALUD SEA UN DERECHO Y NO UNA MERCANCÍA, NO UN PRIVILEGIO.

APOYO TOTAL A LA MINISTRA Y AL GOBIERNO.

¡Vamos a las calles el 14F y el 1M!

____________________________

  1. https://www.desdeabajo.info/ediciones/edicion-le-monde-diplomatique-n-200/la-salud-en-colombia-que-buen-negocio-2/#:~:text=El%20sector%20salud%20genera%20cerca,de%20corrupci%C3%B3n%20y%20clientelismo%20pol%C3%ADtico

 

Tomado de: Oicina de Comunicaciones, Información y Prensa

 

4 comentarios en «En apoyo a la reforma a la salud y la ministra Carolina Corcho»

  1. Barranquilla martes 07 febrero de 2.023

    Buenas amigos de ASMEDAS.

    En este pronunciamiento, está claramente la radiografía, ecografía y resonancia magnética, del estado de la salud en su historial clínico de la ley 100 del 23 de diciembre de 1.993, con sus daños colaterales, en su estructura político administrativa y el inadecuado manejo de los recursos aportado por todos los afiliados al sistema general de seguridad social en (Sgsss).
    Muchas fueron las espectactivas, no solo en su cobertura a nivel nacional, sino que los afiliados forzosos, esperábamos en ese nuevo y verdadero «cambio», frente a la deficiente estructura hospitalaria en decadencia y que gobiernos pasajeros, sin objetividad, ni planes de desarrollo a futuro, el Estado Colombiano pudiera garantizar «salud», a sus habitantes.
    Después de tres décadas vémos, con tristeza al declinar el sol de la salud, que todo fué un sueño y que más bien crecieron los comerciantes de la salud y solo nos han dejado una población enferma, por la mala práctica de los postulados de la salud, claro está que no por culpa de todo el cuerpo médico, ni mucho menos del equipo humano, que trasnochan y mal remunerados para atender a sus pacientes. Los empresarios enriquecidos por el botín económico, llenaron sus cuentas bancarias.
    En buena hora los Colombianos estamos al borde de la línea, que demarcará un hito verdadero y «cambio», de las estructuras, organizacionales, metodologías y tecnologías modernas ,para la buena práctica de la medicina acorde con los protocolos de salud, garantizando lo dicho en la Ley Estatutaria en salud No 1751 del 16 de febrero de 2.015, la Sentencia T-760 de 2.008 y demás normatividades que rigen la materia.
    Estaremos atentos y con la seguridad que este gobierno del cambio de nuestro Presidente dr GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO, dra Francia Helena Márquez Mina Vicepresidenta, dra Carolina Corcho Mejía Minsalud y dr ULAHY BELTRAN Supersalud y con el apoyo de Senado y Cámara, lograremos un eficiente sistema de salud, pensando como Nación.
    Cordialmente
    Alfonso Rodriguez Cruz Pensionado Telecom Barranquilla Ex-Representante Asousanitas Sede Barranquilla

    Responder
  2. Teniendo en cuenta q si es verdad q las eps son las más enriquecidas en la ley 100/93 sería factible q las acaben y q sea el gobierno q maneje todos los recursos del sistema de salud para q así,los hospitales tengan facultad para poder decidir sobre la vida de los colombianos ,no depender de una autorización de un ente privado para decidir sobre la vida

    Responder
  3. La ley 100 ha pauperizado al germio medico y ha condicionado el enriquecimiento de los grupos economicos a expensas de la salud de los colombianos , los intermedisrios de la salud deben desaparecer, el estado debe se el promotor y prestador de la salud como derecho fundamental de los Colombianos

    Responder

Responder a Vilma correa casas Cancelar la respuesta