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Tomado de: Oficina de Comunicaicones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico asmedista Juan Fernando Uribe Duque (foto)
Poeta, escritor
La confusión generada por la renuncia de la viceministra de Minas y Energía Beliza Ruiz pone en vilo a la opinión pública sobre el tema de la matriz energética y el futuro de la economía en Colombia. La manipulación de los medios de comunicación y el escándalo provocado por los políticos hacen pertinente la claridad sobre el tema.
El mundo ha cambiado forzosamente puesto que el neoliberalismo lo ha llevado a un punto de no retorno en donde la guerra por los recursos fósiles, la pobreza y la amenaza plausible de la extinción de la especie son hechos evidentes e irrefutables. Seguir dependiendo de un extractivismo insensato de petroleo, carbón y gas, sólo ha llevado al caos social y ecológico. Inequidad, guerra, hambre, desplazamiento y corrupción es el común denominador en un mundo que a duras penas trata de esconder una penosa realidad en distractores que ya no funcionan puesto que la realidad se impone y el panorama es desastroso. En muchos países de Europa ya están dejando de mercar para poder pagar los servicios públicos. El ejemplo de Escocia es muy triste.
Colombia ha elegido un gobierno que riñe con el quehacer de un mundo neoliberal, y está decidido a una transición lo menos traumática hacia un país inclusivo y en paz, con un manejo de la matriz energética no contaminante. Y no es un asunto imposible, por el contrario, se cuenta con todos los recursos, posibilidades y apoyo para generar energías limpias y abundantes: agua, sol y viento. En otros países ya se ha logrado y el consenso mundial es que en los próximos veinte años la producción, el consumo y el comercio energético se hagan en estos términos. No más petróleo, gas y carbón. Incluso, para dentro de diez años la venta de petróleo a los países desarrollados (principales clientes de Colombia) no sería rentable.
La ministra Irene Vélez no ha mentido. Colombia tiene reservas para 11 años y quizá con los 181 contratos de exploración en curso (cada uno con un plazo de ocho años para dar resultados), para 37. No más, de ahí la matriz energética deberá ser de recursos renovables y absolutamente limpios, esto es, sin producir residuos de CO2 (entre otros) y así evitar aumentar el efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático, que a nivel nacional nos tiene en ascuas así estemos disfrutando de un corto período de verano.
Los informes por los que la viceministra saliente tanto discute tienen unos formatos de presentación «standard», en los que su nombre figura, así no hubiera asistido a las mesas de trabajo. Lo mismo sucede cuando en una banda se incluye el nombre del manager, aunque no cante ni toque ningún instrumento.
Sucede que el negocio privado de la comercialización de los hidrocarburos es muy rentable (al igual que la Salud, por ejemplo), y se tocan intereses particulares representados en políticos y periodistas de gran ventana mediática. Ahí tenemos el muchacho Polo Polo vociferando como un muñequito de cuerda, a Paloma Valencia, a María Fernanda Cabal y a Vicky Dávila denigrando del gobierno, insultando y defendiendo un sistema ya obsoleto y necesariamente en vías de extinción.
Ecopetrol sabe que ya el negocio de los hidrocarburos está llegando a su fin y que, de pretender sobrevivir comercialmente, debe adecuarse a los nuevos vientos… a los nuevos soles.
La renuncia de su presidente es signo muy claro de los ejecutivos de otra hora.
A propósito, ¿qué dirá Fedegán por el decomiso de casí cinco toneladas de cocaína escondidas entre el cuido de las vacas que eran transportadas para Beirut?
Tomado de: Oficina de Comunicaicones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia