El gobierno de Petro, las resistencias internas y la recesión económica mundial

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Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: médico asmedista Alejandro Hernán Quintero Galeano (foto)
Ginecoobstetra

El El gobierno Petro-Márquez inicia con unos de los peores escenarios: por un lado, una alta resistencia de las élites colombianas quienes se sienten amenazadas tanto en su situación económica como en su impunidad ante la estela de narcotráfico, corrupción y violencia, por lo cual han desplegado desde el primer día del nuevo gobierno toda una campaña de construcción de una matriz de opinión adversa desde sus medios de comunicación privados radiales, escritos y televisivos a través de la mentira, la exageración y el desprestigio, con el fin de lograr un rechazo de las mayorías; por el otro lado, el gobierno enfrenta una gran crisis económica, tanto en lo local, en donde se destaca el déficit en el fondo de estabilización de precios de combustibles fepc estimado en aproximadamente 40 billones de pesos, un déficit fiscal del al menos 5% del PIB, un desbalance en la cuenta corriente de la balanza de pagos del 6% del PIB, un nivel de endeudamiento público cercano al 65% de la producción económica nacional, un índice de pobreza monetaria del 40% de la población (20 millones de personas), una tasa de desempleo que supera los dos dígitos y una informalidad laboral mayor al 60%, variables heredadas del gobierno anterior 1; como en lo internacional, una inflación galopante con una amenaza creciente de recesión económica internacional a consecuencia de la guerra librada en Ucrania donde se enfrentan los EUA, La OTAN y la UE frente a Rusia y un bloque oriental naciente (China, India, Irán, etc.) que disputan por la multipolaridad mundial, dicha disputa tiene como punta de lanza el control energético y comercial del gas.

Hoy las élites colombianas y los uribistas con análisis sofistas, fragmentarios y parcializados, intentan calar en las mentes de la población colombiana difundiendo desde sus medios y bodegas virtuales la desfachatez, desde lo internacional, de la culpabilidad de la inflación al gobierno entrante omitiendo voluntariamente el análisis económico y político internacional, la geo estrategia y la geo política, como si la especulación financiera instaurada por el modelo neoliberal y la integración asimétrica de las naciones al sistema capitalista mundial no existiera; y desde lo nacional, le achacan la culpa de la subida (necesaria) del precio del combustible (y que será sin gradualidad), la afectación de la reforma tributaria y pensional a las clases medias y bajas, cuando en múltiples ocasiones se ha aclarado que la reforma tributaria se aplicará a las personas naturales con ingresos mayores a 10 millones de pesos mensuales que conforman a lo sumo el 10% de la población colombiana (para el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana solo equivale al 1% de la población2); y la pensional, a aquellas superiores a los 10 millones, cuando en el país solo el 1% -equivalente a 18.600 personas- tienen ese nivel de ingreso pensional. En Colombia de 7 millones de personas en edad de retiro solo un millón seiscientos mil acceden a pensión y de esas el 99% es menor a 10 millones3.

Toda esta situación de adversidad nacional e internacional nos lleva a realizar las siguientes reflexiones:

Por encima de la manipulación que se intenta hacer de la población, generada desde las élites dueñas de las estructuras de poder real en Colombia, que se oponen al gobierno Petro-Márquez para causar rechazo, lo que conlleva a múltiples obstáculos y resistencias al cambio, se debe reconsiderar desde el análisis económico, la grave situación internacional con la amenaza creciente de recesión económica mundial y la disputa por el dominio energético mundial y por un nuevo orden multipolar. Frente a la dicotomía Seguridad energética vs. Transición energética4, se debe optar por la primera opción, esto nos debe llevar a tener más cuidado frente a nuestra política de explotación y exploración de petróleo y gas que nos permita soberanía energética y aportar a la estabilidad de nuestras finanzas; la situación internacional desatada con el conflicto en Ucrania así lo demanda.

A esta adversa coyuntura económica internacional se debe contraponer con inteligencia un plan no solo nacional sino regional, Latinoamericano de cooperación de los gobiernos, que busque desarrollar las medidas anti cíclicas locales, las relaciones y los mercados regionales.

Desde el plano nacional, a las políticas del gobierno del cambio, a las reformas propuestas, se les debe llenar de pueblo. Se debe realizar pedagogía: informar, formar y comprometer a la población mayoritaria, la misma que ha sido afectada durante nuestra historia republicana por las élites conservadoras y retrógradas que hoy se resisten con engaños al cambio. A las campañas de desinformación mediática se debe contraponer una compaña de información por todos los medios a nuestro alcance, los oficiales desde el gobierno central, virtuales y personales desde lo local, el barrio, el trabajo, los centros educativos, los hogares, solo de esta forma se podrá vencer la resistencia impuesta por esa minoría huérfana del gobierno y adicta al poder, minoría causante de nuestra inequidad, altos índices de inseguridad y pobreza. Para ello, la organización social y popular articulada al gobierno del cambio es necesaria.

No es el momento de la inercia y la pasividad, es el momento de la acción, de los movimientos sociales y populares, de las alianzas, los trabajos y las luchas estratégicas. Es la hora de la unidad en la práctica y de la actividad colectiva consciente y responsable, solo así se construye y será posible el cambio.

 

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

 

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