Pensares en Psiquiatría

Apuntamientos y reflexiones.  (Los comentarios y opiniones expresados en esta página son responsabilidad exclusiva de sus autores y no comprometen a la Asociación Médica ASMEDAS)

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico Alberto Restrepo Ochoa (foto)
Psiquiatra

La base de toda evidencia científica es la demostración correlativa de causa y de sus consecuentes efectos —síntomas y signos—; esto aún no lo tenemos en psiquiatría.

Es cierto que hay varios trastornos psíquico-comportamentales asociados a males somáticos como: hipo-hipertiroidismo, neurosifilis, demencias neurodegenerativas, carcinomas bronquiales y de páncreas , feocromocitomas, carcinoides, toxicosis inducidas por drogas, (con frecuencia por psicotrópicos), deprivación emocional y sensorial, y muchos otros males, pero todos ellos están en un área fronteriza entre la psiquiatría y otras especialidades, lo cual en ocasiones, aun ´de por estos días´, ha generado disputas territoriales y de jurisdicción.

Ilustro con solo dos entre muchísimos ejemplos: ¿jurisdicción de quien es el manejo de los llamados trastornos (hay variantes por eso en plural, ya que no es uno solo…) de atención-hiperactividad?

¿Y, segundo, de quien es competencia el manejo de los tantísimos males psíquicos comúnmente asociados a varios trastornos somáticos? Ej. Los trastornos afectivos, de pensamiento, de alteración en la percepción de la realidad externa, de conciencia sensorial y de descontrol de impulsos… ¿quién tiene más competencia para dar manejo a estos muy problemáticos fenómenos?

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Innegable que la mayoría de los ´motivos de consulta´ en psiquiatría no representan entidades o procesos orgánicos, sino los altibajos en los avatares del vivir. Siendo así, —y esto es impugnable por quien quiera— la creencia en vía de convertirse en dogma de que en las pastillas hay mucho de remedio para aliviarlos y/o curarlos no debiera ser el culto en que está siendo erigido.

La pobre enseñanza en psicoterapia, y la consecuente marginación o ausencia de la misma en ciertas prácticas psiquiátricas, refuerzan esta ficción de las pastillas hoy tan en boga. Acogerla acríticamente y más aún ponerla en práctica, es el embrión de cierta hipocresía que pudiera estar asentándose en el corazón de parte de muchos en el quehacer en psiquiatría.

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Racionalmente no podemos seguir engañándonos pensando que hay una dicotomía en los fenómenos que presumimos de naturaleza orgánica, como una psicosis maniaco-depresiva o, los más comunes, los vivenciales; los míos y posiblemente los suyos…: la dicotomía de lo orgánico que explicaría lo primero y la de lo psicológico que explicaría lo segundo.

No. Lo orgánico y lo psicológico son constituyentes inseparables del ser y el siendo del ser humano y, no debe haber lugar para enredos dicotómicos; orgánico y psicológico son parte de una misma bisagra, aunque tal vez sabemos mas de una de sus alas y poquísimo de la otra.

Es que en el ala oscura de esta bisagra el camino en la búsqueda del conocimiento * para explicar y hacer entendible ´in toto´ (dos fenómenos distintos), el universo de los misteriosos fenómenos de la mente normal y de la trastornada, sigue (¿seguirá?) siendo demasiado elusiva.

*Este camino, ya muy trillado, ha sido trasegado por siglos. El bagaje, la brújula y las ambiciones de sus caminantes no ha cambiado: 1- la mente ´in toto´ como bagaje, sana o enferma; 2- la brújula, el camino real de la organicidad presuntamente subyacente en todos los haceres y acaeceres de la mente y, 3-, las ambiciones; demostrar la organicidad de todo lo que hace y no hace la mente humana, particularmente la perturbada o enferma, y, consecuentemente investigar y hallar ´la contra´, fuese esta magnética, eléctrica, ablativa, de radio-frecuencia, de manipulación genética, de estimulación profunda o con drogas psicotrópicas.

En psiquiatría no debiéramos traspasar y rebatir los límites de la lógica y la razón, barajando hipótesis al azar, muchas risibles y disparatadas, como si caprichosamente hiciéramos de la psicología médica un juego de azar, donde revolvemos ilusiones, fantasías, “y conocimientos mal digeridos”.

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No se puede medir con el mismo rasero (estos son los medidores y exploradores orgánicos y el método científico), fenómenos tan dispares como la amenorrea y la tristeza, la bradicardia y el desgano emocional, la euforia y la tristeza extrema (mal llamada ´depresión´), la impetuosidad del adolescente y la hiperquinesia de la persona con psicosis maníaca… es que ´la merde´ y la pomada siguen siendo distintas… y, aun con un mismo rasero, juntarlas en un solo pote no despediría una fragancia , que digamos, nos extasiará en el arrobamiento. De hacerlo así, o, mejor, de seguir haciéndolo así, perderíamos más la cabeza.

 

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

 

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