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Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico asmedista Juan Fernando Uribe Duque (foto)
Escritor, poeta
Ese sonsonete de Darío merece un estudio sicológico. En ese golpe naso-epiglótico se encuentra toda la tragedia de nuestro pueblo, su incultura y desfachatez. En la música de Darío Gómez se sintetiza todo lo que no debió ser.
No hay dudas que es un legado cultural interesante dado que, como fenómeno sociológico -incluso musical-, nos muestra una ideología popular mezcla crasa de ignorancia y manipulación mafiosa que, de haber contado con oportunidades de educación y trabajo dignos, tal vez habría derivado hacia otro tipo de expresión.
Cada conglomerado humano se adapta culturalmente a una época y a una coyuntura histórica. La obra del ídolo del Despecho nos lo muestra a viva voz, con acordes de corrido y ritmo de ranchera, con tintes de bolero y pasodoble -todo un híbrido-, allí donde la cultura del caballo, el aguardiente, el disparo al aire y la cocaína, pasean a la mujer por moteles y quirófanos de silicona y esplendor; donde la niña muerta en la balacera nos muestra el dolor y la indolencia de una sociedad que todo lo transforma en espectáculo y diversión.
Hasta allá hemos llegado, viviendo en una actitud mafiosa y machista la misma decadencia convertida en risa triste, en locura amorfa, en un grito desesperado herido de muerte…
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
