Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico asmedista Roberto López Campo (foto)
Neumólogo
Ex integrante Taller de Escritores de ASMEDAS Antioquia
La educación privada, en este país, donde el Estado muestra serias deficiencias para apoyar la educación oficial, es una tabla de salvación para muchos jóvenes que desean surgir en su vida futura. Pero la privada, buena o deficiente, contribuye notoriamente a la discriminación social, mientras que un gran número de jóvenes de los estratos bajos no logra ingresar a las universidades por diversas causas, la primera de las cuales es el bajo poder adquisitivo, sin olvidar que, en muchos de los colegios oficiales, donde estudiaron su bachillerato, también es deficiente la enseñanza.
Los jóvenes, procedentes de los estratos altos, apoyados por sus padres, logran alcanzar sus sueños en instituciones donde cuentan con un buen número de docentes mucho mejor preparados, y de los medios adecuados para desarrollar mejor sus conocimientos y estar, así, mejor preparados para ingresar a la universidad.
Es notorio el número de jóvenes que desertan de la universidad pública, por falta de recursos. Tan solo un pequeño porcentaje de los que aspiran lograr ver realizados sus sueños, alcanza ese objetivo.
En contraste con ese desolador panorama, hace algunos meses leí en la prensa que el gobierno había destinado una millonaria suma de dinero para el estamento militar y se jactan en decir que tendremos en el país un buen número de helicópteros artillados.
A pesar de las circunstancias que vivimos, persisten individuos amantes del poder que animan a los habitantes para que continuemos esta guerra fratricida, de más de medio siglo, y se oponen y critican acerbamente los intentos por conversaciones en busca del cese de hostilidades o, al menos, disminuir las agresiones entre las partes en conflicto.
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Foto tomada de: https://www.swissinfo.ch/