Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico asmedista Guillermo Henao Cortés (foto)
Ginecoobstetra, poeta, filósofo
Me acaban de decir que a esta hora, en este momento que me parece simple e inespecífico,
fue en el que terminó la re-acción.
Y no es propiamente por ello por lo que se estremece mi hemitórax izquierdo –¿sólo éste?-,
ni por lo que mis consanguíneos se han agrupado alrededor de la tv.
Inclusive, verme cómodamente en mi butaca,
estudiando por qué no conservo servomecanismos,
me parece que re-pugna con el humedecimiento esporádico de mis ojos.
No sé; veo que estos son momentos en que nos dividimos,
en los que de-tenemos un alto en este bajo camino,
y continúo hurgando, in-diferente, lo que se cultiva y se transforma.
Lo que más me avergüenza es que yo haya almorzado lo suficiente
y de cuando en cuando saboree mi taza de café,
mientras tú no tienes sed, ni estos apetitos y deseos que te mortifican.
Recuerdo que alguna vez pensé cómo sería de agradable sentirse ahí,
sentado a esa hora, con tanta comodidad,
y experimentar tamaño regocijo cuando todos pasan por allí
y hasta se quedan acompañándole
ylosaludanaunoafablementeylopalmoteanyledicenquétalamigo.
Pero sólo son di vaga acciones, porque claro que tú tampoco harías algo
para que algunos se hicieran amigos tuyos.
Después de algo, ¿quiénes hacen lo que todos debemos hacer?
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia