En partido de Selección Colombia en Barranquilla, COVID dio espera

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico asmedista Hernán Gaviria Quintero (foto)
Especialista en Gerencia de Servicios de Salud y en Salud Pública
Docente de la Especialización en Seguridad Social de la Universidad Autónoma Latinoamericana – UNAULA –
E-mail: [email protected]

Treinta y cinco mil hinchas, el 75% de la capacidad del Estadio Metropolitano de Barranquilla, con tapabocas solo el 3% y el resto con él en el bolsillo, avivaron al equipo; apretujados en tribuna, sin “distanciamiento social”, fue la nota registrada por los medios1.

Por arte de magia, el COVID borró la cháchara de terror vivida en meses pasados. La orden fue solo exigir una dosis de cualquiera de las vacunas, aunque no tuviese efecto alguno, según los fabricantes. Banderas, camisetas, aviones, buses y demás, dejaron de pasar por las rigurosidades de la desinfección. La aspersión de alcohol en zapatos y grifos para lavado de mano desaparecieron. La “locura pasteuriana” cedió para unirse al 0-0 Colombia-Brasil; o, mejor, el COVID fue apabullado por los gritos de las tribunas.  La boleta digital fue la novedad como forma de evitar el “manoseo” de revendedores transmisores del virus.

El Ministerio de Salud, en sus distintos canales, reportó que en ese mismo día se presentaron 1.518 nuevos casos y fallecieron 38 personas.  Simultáneamente, el Centro de Pensamiento Económico de Anif anotó: “se debería levantar el uso del tapabocas en sitios abiertos, como lo han hecho otros países en los que la vacunación ya está adelantada y, por demás, mucha gente ha sido presa del virus covid-19” 2.  En el Boletín 315 del 1° de junio de 2020, el Ministerio de Salud se había dado el banderazo de partida: “es claro que todos los colombianos tienen un deseo de salir a la calle después de tan largo confinamiento, en estos momentos prima la importancia de salir por turnos, los cuales están dados por la gradualidad de las medidas3. De aquí surgen varios interrogantes que servirían para la discusión. ¿Hoy, COVID pasó a ser una enfermedad endémica?  ¿ Hay que tener en cuenta la inmunidad natural [“mucha gente ha sido presa del virus”] o quizás se indujo inmunidad por la vacuna [las farmacéuticas solo dicen prevenir complicaciones]?  ¿ La gradualidad del desconfinamiento, se dio por la autoridad sanitaria o por la presión del mercado?

Aun permanecen en el portal del Ministerio de Salud las publicitadas infografías4 con instrucciones que obedecieron al desespero del momento y al poco conocimiento sobre el Sars Cov2.  En limpieza y desinfección en la vivienda se lee: “Al lavar prendas de vestir no las sacuda y deje que se sequen completamente”.  Imaginemos una nube de virus escapando a los bactericidas de los jabones o a las sacudidas de las lavadoras.  Sobre los animales de compañía, se advirtió en abril 2020, que no había evidencia de transmisión desde los humanos; no obstante se recomendó que la salida de ellos debía ser encomendada a menores de sesenta años y mantenerlos distanciados mínimo dos metros de otros propietarios de perros.  En caso de usar aguas lluvias se pidió “filtrar el agua por medio de paños limpios o filtros comerciales”, quizás ante “andanzas” del virus en los tejados, latas o coberturas de paja.

También se aconsejó que “si se lleva alguna compra, desinfecte el empaque y colóquela en una superficie limpia” (faltó agregar superficie estéril).  La fobia de Pasteur en el siglo XIX.  Qué bueno sería que estudiosos de estos temas nos dijeran cuántas muertes o enfermedades se evitaron con las piezas publicitadas por el Ministerio de Salud con fervientes seguidores.

Lo de Barranquilla se puede olvidar. Pero los “contagios covid” y “ las muertes” derivadas por las movilizaciones del Paro Nacional no, como lo señalado por el presidente Duque a mediados del año pasado.  Investigadores sobre “Aglomeraciones a la colombiana” (días sin IVA, flexibilizaciones de confinamientos, desempleo, informalidad, vuelos aéreos, reapertura de locales, protestas sociales), demostraron que no ha habido efectos certeros5.

Seguimos esperando que los académicos y, en especial, los epidemiólogos ayuden a esclarecer lo que ha sucedido.

Medellín, 13 de octubre de 2021

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia