Reminiscencias

Retazos de existencia #5

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico asmedista Roberto López Campo (foto)
Neumólogo y escritor
Ex integrante del Taller de Escritores ASMEDAS Antioquia

1. Por entre los pinos se filtraban los rayos del sol que ya moría en la tarde. Una fresca brisa, proveniente del mar, nos acariciaba sutilmente.

2. En el silencio de la noche, solo el susurro de la brisa al pasar y de las hojas al caer, me distrajeron.

3. El peñasco que desvía el riachuelo se ha cubierto de lama. Ahora ha cambiado de color y está lleno de nostalgia. Escucha, silencioso, el murmullo del arroyo que por más de treinta años ha acariciado su superficie.

4. El repetido trinar de las aves ha colmado de música esta mañana del mes de junio.

5. Musgos blanquecinos cuelgan de las ramas del eucalipto, cual si fueran luengas cabelleras de una dama.

6. Un sol radiante apareció por el oriente, muy temprano, llenando de luz el firmamento. Caminábamos por la playa persiguiendo nuestras sombras sin poder alcanzarlas.

7. La placidez del mar, en esa mañana de julio, incrementa el sosiego que se experimenta en este sitio.

8. Las voces del silencio apenas sí son perturbadas por el tenue murmullo de las olas al remansar en la playa.

9. Cuando la luna iluminó el poblado, las sombras de los árboles oscurecieron sutilmente el prado del parque.

10. Con vuelos silenciosos, dos alcatraces revolean sobre la superficie del océano, en pos del alimento.

11. El camino bordeaba el río hasta el puente, ensombrecido por los mangles y las guaduas, enfilados a un costado.

12. Sentado al borde del camino, contemplé lo árboles silenciosos, proyectando sus largas sombras cuando el sol se ocultaba.

13. Bajo la luz del farol de aquella esquina, sus sombras se confundieron, como habría de confundirse la amistad que nació aquella noche de abril.

14. En ese encuentro casual, me miró con ojos como estatua: vacíos, ciegos y serenos.

15. Aquel anciano, lleno de vigor, se amadrigaba en su pequeño cuarto de estudio esperando la “musa”, para avivar sus pensamientos y darle escape a los pasajes de ficción que habría de plasmar en sus próximas narrativas.

16. Se refugiaba en el silencio de la noche, cuál si fuera el útero materno, para revivir acontecimientos acaecidos durante su niñez.

17. Obsesionado, la había observado a través de la ventana, con su cabeza gacha, ensimismada en la lectura de un texto, con el cuello desnudo y una cascada de cabellos que le cubrían parcialmente el rostro.

18. En el ambiente que rodea mi habitación campestre, se escucha un permanente trinar, de tono musical. Son las cigarras que, por el verano reinante, claman en coro la llegada de las lluvias.

19. En su bello rostro de ébano, brillaban un par de ojos como refulgentes estrellas en una noche oscura.

20. Las penumbras de mi vida solo se disiparon cuando ella apareció, luego de una larga ausencia.

21. Bajo la lluvia caminaba con pasos lentos, sumida en la tristeza que la agobiaba desde la partida del hombre que amaba.

22. En el silencio de la noche, sentado frente al arroyo, escuchaba el continuo gorgoteo del agua entre las piedras.

23. Se despertaba, en horas de la noche, soñando con ficciones que merodeaban en su mente, a las cuales les daría vida una vez amaneciera, al transcribirlas en su cuaderno de notas.

24. Ante mi paciente, comprendí que una historia clínica es una historia humana: dolor, enfermedad, angustia, sufrimiento y muerte. Es la historia de una persona, mediante la cual se narran dolencias del alma y del cuerpo.

 

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia