Repasando en tiempos de pandemia

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico asmedista Juan Fernando Uribe Duque (foto)
Poeta

Hay quien dice que superando el narcotráfico (erradicándolo) terminaría la violencia en Colombia, como si el problema de la tierra y la corrupción solamente se derivaran de este fenómeno.

El narcotráfico aumentó la violencia hasta niveles cinematográficos, al enfrentar al establecimiento oligárquico con una clase popular emergente armada de osadía delincuencial que, con el correr del tiempo, se convirtió en su aliada para defender intereses comunes y alimentar líderes políticos que han sabido perpetuarse con trapisondas manipuladoras, y amenazas de «hecatombes», aparentemente distintas a las que ellos mismos han provocado.

Tanto la mafia como la terrateniencia tradicional colombiana hacen parejas manteniendo el concepto de «patria» como algo muy suyo, al tener a las clases populares como un apéndice al que solo recurren cuando, en las urnas, deben definir su perpetuidad en el poder, o cuando necesitan mano de obra barata para proyectos de multinacionales o como simples plañideras de masacres o escándalos.

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia