Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico Juan Fernando Uribe Duque (foto)
Asmedista, Poeta
¿Por qué los niños están siendo reclutados por las disidencias guerrilleras, las bandas paramilitares y Bacrim? ¿Por qué caen despedazados en un bombardeo? ¿Será que sus madres los entregan de buena gana a la guerrilla para combatir como adultos en la guerra? ¿No será que fueron arrancados de un hogar donde la pobreza, el desarraigo y el hambre son pan diario de dolor y abandono? ¿Qué tiene que hacer un niño armado en un campamento guerrillero? ¿Hasta dónde la realidad de un país que abandonó el campo y lo ha dejado a merced de la guerra -una guerra perdida que parece no tuviera fin-, sacrifica hasta los mismos niños y los condena al hambre, al olvido o hasta al epítome de ser unas simples «Máquinas de Guerra» como un funcionario público engolosinado con el juego de las bombas y las balas, como han sido denominado? ¿Hasta dónde y hasta cuándo seguiremos tolerando estos desmanes, estos descalabros, esta falta de tino y respeto elemental por nuestro pueblo? ¿Hasta dónde el insulto y el desprecio?
¿Por qué tienen que inmiscuirse unos soldados con los indígenas en su mundo de silencio y comunión con la tierra? ¿Por qué se ha llevado la guerra al corazón de nuestra ancestralidad? ¿Por qué asociamos a nuestros hermanos indígenas con bandidos narcotraficantes o auxiliadores de la guerrilla sabiendo que son víctimas elementales del despojo y la violencia?
¿Hasta dónde se ha deformado el sentido de patria, de hermandad, dando paso a un concepto de país violentizado, deformado, fragmentado, como si unas hordas de maldad proveniente de los campos amenazaran los condominios urbanos y fueran muchos países y ninguno, sin identidad, sin nada?
Nos han roto, estamos despedazados, sin conciencia nacional, sin unidad; solo el miedo nos une, la violencia, la ignorancia, la estupidez…
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia