4 – Cercanía

Rincón de la Poesía.  Del libro inédito MaríaMaríaMarííía

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico Guillermo Henao Cortés (foto)
Ginecoobstetra, Poeta

«Lo que hay en el ardimiento,
lo que hay en el sentimiento,
lo que hay en el pensamiento,
lo suma y armoniza sólo este verbo: ACCIÓN «.

Porfirio Barba-Jacob (*)

(*) Porfirio Barba-Jacob: La casona [V]: Poemas Intemporales. México, abril-mayo, 1934.
(México D. D.: Compañía General de Ediciones.1957. pp. 199-203).
(Ediciones Académicas. Editorial Montoya. Medellin. Colombia. 1962, pp. 231-232.

Tu prez ente

es una lejana

cercanía.

Estás y no en mí,

asediados los dos por sombrías transparencias,

vidrios friables e irrompibles

que el calor atraviesa mas no el frío. ¡Fulgor íntegro!

Levantas

refugios adecuados que te libran y aprisionan.

Al erguirse la noche, enjambres de arenitas titilantes,

invisibles a trechos

tras las cabezas de los árboles,

tras sus nublados velámenes.

Álgidas ráfagas hora dan la tibieza mutual. Ensimismados en el tiritar

de la leña que arde,

saboreamos las penetrantes e irregulares lenguas del hogar.

Nohablamososí, con el lenguaje del mutismo.

Una son ata clara que no re quiere de oídos

borbotea

en las gargantas de los objetos del salón.

Las olas de los cigarrillos son su pentagrama. El licor breve

excita los leños apagados.

Cuánto permanecemos

comunicándonos sin puentes levadizos, lo ignoro.

No lo amordacemos con números. La cualidad se fecunda

en la cantidad, mas ¡en cuánta!

Entre tanto, nuestro amigo está feliz;

no sobreviene la zozobra

premonitoria del final. Su desprevenido regocijo nos contagia,

excluyo

los escabrosos baches que se avecinan.

Aquí uno se siente bien, reposado y vibrante.

Joan Báez atiza con apaleados y con hambrientos

de amar o vivir, lo que es lo mismo.

Walt Whitman nos revela dialécticas de hierbas y de hombres

robustos y sanos

que jadean,

musculosos rascacielos reventados

con tanto es mero.

Y al adentrarse

en los lóbregos anuncios del ayer, vuelves

a acuarimántima de goce y de dolor, extrovertiendo

en tu inmanencia

las corpóreas

enseñanzas de Barba, de Don Juan -el mexicano-

y de Artaud.

Aquí se alimentaron el futuro,

el pasado incorruptible,
la raíz de los cambios.

Aquí se vino a donde torno

a tu retorno.

Pero no volveremos.

Enfrentaremos

un mundo ignoto por hacer.