La crisis de los trabajadores de la salud que la pandemia agravó

Ser médica o enfermera en Colombia implica someterse a la precariedad laboral. Esta pandemia ha demostrado los problemas que sufre el personal de salud

Tomado de: Razón Pública (Canal en YouTube)

Por: Médica Carolina Corcho Mejía
Médica Psiquiatra

La pandemia ha develado la crisis de los trabajadores de la salud en Colombia.  El 80% nos encontramos contratados bajo formas de contratación ilegal, precarias, tercerizadas, por evento, a destajo, sin seguridad social, sin protección, sin garantías de ley.  También se evidenció la falta de compromiso y la ausencia frente a asuntos tan elementales como la protección personal, los elementos de protección personal y bioseguridad para la mínima atención que se requería por parte de los trabajadores.

Hasta hace dos meses, las encuestas y los sondeos mostraban que el 50 por ciento de los trabajadores de la salud seguían comprando de su bolsillo esto, en medio de una precarización en donde a un médico, a una enfermera, a veces le pueden pagar cada seis, cada siete meses, cada que se pueda, porque esto se hizo normal dentro del sistema de salud.

Pero hay un asunto también que estamos observando y es la vulneración de la autonomía profesional, de la autonomía del médico. El amedrentamiento que se está dando sobre el médico para que opere bajo unas condiciones que exige el sistema so pena de ser echado, para que niegue servicios de salud porque si no lo echan, para que no pida consultas con otros especialistas, para que no pida otros exámenes. E, incluso, el día de hoy, acaba de salir una resolución de una de las subredes del Distrito de Bogotá donde se amenaza y se amedrenta al personal de la salud con acabar con el contrato laboral si se hacen denuncias o información sobre el tema de atención prehospitalaria, UCI, donde los obligan a unas confidencialidades que no existen constitucionalmente porque existe un principio constitucional que se llama la autonomía profesional, la autonomía médica.

El único dueño de la información es el paciente, y de las decisiones; es el único que puede contrariar al médico en una decisión.

Los médicos tenemos el deber, el compromiso, de defender a nuestros pacientes. Y si vemos irregularidades en el sistema, inconsistencias, tenemos todo el derecho y el deber de denunciar ante el país y ante la opinión pública.

No se puede aceptar, de ninguna manera, que en instituciones de la salud se cargue emocionalmente al médico o a la enfermera amedrentándolo, coartando su libre expresión, su derecho fundamental a la autonomía profesional y el derecho fundamental a la salud, amedrentándolo con acabar o quitarles el contrato por denuncias en protección de sus pacientes.

Esto es inaceptable y eso parte de los asuntos que han ocurrido por mucho tiempo ene ste sistema de salud, pero que han quedado evidenciados en esta pandemia.

Tomado de: Razón Pública (Canal en YouTube)