Los caballos del mismo dueño

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMDAS Antioquia

Por: Médico Alejandro Hernán Quintero Galeano (foto)
Ginecoobstetra, Asmedista

Hoy que se habla sofísticamente del “centro político” y más descaradamente del “extremo centro”, bien vale la pena recordar la frase del expresidente Alfonso López Michelsen refiriéndose a las elecciones en Colombia: “Mientras en los países autoritarios de un solo partido, se dice que las elecciones son la carrera de un solo caballo, por tanto eso es un engaño, entre nosotros tenemos una carrera de dos caballos, pero de un mismo dueño, porque gane el que gane el país sigue igualito”.

Hoy, la crisis nacional: humanitaria, ambiental, económica, social y política, no solo por la pandemia del covid-19, sino en mayor proporción por la mala gestión del gobierno Duque y las políticas aplicadas desde los 90s del desmonte del papel del Estado, des-regulación, precarización laboral, liberalización, privatizaciones y globalización comercial, ha hecho que hasta el Centro Democrático CD pretenda hacerse ver como aparte de su propio gobierno.

Qué no decir de los otros sectores que astutamente pretenden desmarcarse bajo la figura del famoso “centro político”, construyendo en el imaginario colectivo la falacia de los extremos Uribe-Petro. Falacia no por la extrema derecha -encarnada efectivamente en el uribato y el sub-presidente Duque-, sino por la “extrema izquierda” que supuestamente representa Petro, un progresista social-demócrata. La intención es clara: obtener provecho de esa polarización sacada del sombrero de Aladino para ganar adeptos ingenuos que no entiendan la realidad y el transfondo de ese planteamiento.

En columna titulada “Al oído de Fajardo y de Petro”, publicada en el diario El Espectador, la periodista Patricia Lara Salive intenta hacer un llamado a ambos personajes para realizar un acuerdo de elección de candidato presidencial, programático y, así, llegar juntos a la primera vuelta.

Recordemos que una propuesta en ese sentido ya fue hecha por Humberto de La Calle y aceptada con gusto por el mismo Gustavo Petro, a lo que se desmarcaron inmediatamente parte de los verdes, como el sector del senador Iván Marulanda, aludiendo cuestiones interpersonales; lo mismo que el senador Jorge Robledo, quién, incluso, se vio forzado a renunciar al Polo Democrático Alternativo al ver que las mayorías deseaban una coalición con el movimiento de la Colombia Humana.

Se cuenta, además, con los antecedentes de la elección de 2018, donde Fajardo prefirió dar la espalda a los graves problemas del país e irse a ver ballenas, a esperar su turno presidencial; mientras que Robledo aludió la misma razón del senador Marulanda, problemas interpersonales; en ambos casos, lo interpersonal es un argumento espurio frente a la realidad y la problemática nacional, que lo único que pretende es ocultar la realidad de fondo de estos personajes, que no es otra sino que tanto Fajardo como Robledo HACEN PARTE DE LA DERECHA, tienen y han tenido relaciones y acuerdos con la derecha y el uribato. Las evidencias son múltiples como la “don bernabilidad”, hidroituango, el GEA, los acuerdos con José Obdulio Gaviria y otros conocidos representantes del MOIR con el CD, entre otros.

Por ello, se equivocan quienes piden acuerdos Robledo, Fajardo y Petro.  Son personajes que representan intereses muy diferentes, los dos primeros representan los intereses de la derecha; en la misma forma en que lo expresaba el expresidente Alfonso López Michelsen, son caballos del mismo dueño. Por ello, las baterías hoy de todo el establecimiento con sus instituciones judiciales, disciplinarias, administrativas y sus medios masivos de comunicación, se dirigen contra Petro, contra la Colombia Humana, contra el Movimiento Social y Popular, el Comité Nacional de Paro, Fecode, las Centrales Obreras, la Minga, la UP, las Farc-Rosa Roja, las Negritudes, los movimientos feministas, los LGTBI, las juventudes, los estudiantes, los intelectuales de izquierda, los abogados y periodistas independientes, etc.  Ellos saben que ahí es donde está la fuerza, donde radica la verdadera coalición.

Por más escándalos de Hidroituango, con el detrimento patrimonial de 4,1 billones de pesos y otros más, que salgan a la luz pública, no cesarán de impulsar a su Fajardo, el candidato solapado de la derecha, juego al cual aceptó entrar Robledo con su movimiento “Dignidad”.

No más confusiones.

La coalición debe ser programática de CENTRO-IZQUIERDA, por el respeto a la vida, a la dignidad humana, la defensa y el respaldo a los procesos de paz, la defensa del territorio, por la construcción de la democracia, la apertura democrática, el cambio de modelo económico de desarrollo, no más economía basada en el extractivismo, no más servicios sociales privatizados como la salud y la educación; por el trabajo digno, el respeto al medio ambiente, a las diferentes etnias y culturas, el respeto y la reivindicación de la mujer, el respeto a nuestros jóvenes y niños; por el cumplimiento de los derechos, la autodeterminación de los pueblos; contra la discriminación, el sexismo, el patriarcalismo y el colonialismo, etc.  Después de este programa y acuerdo fundamental, se elegirá el candidato. A ello es a lo que debemos dirigir toda nuestra atención y nuestros esfuerzos.

¡Unidos somos la fuerza, la verdadera coalición!

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMDAS Antioquia