Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico Jesús María Dapena Botero (foto)
Psiquiatra y psicoanalista
Me llama la atención pensar las posibilidades de una economía distinta a la alternativa del neoliberalismo y pensarla desde el punto de vista de Joseph J. Stiglitz, quien, encontrándose en Cartagena, Colombia, y ante la pregunta del entrevistador, un periodista argentino radicado en Francia, Santiago Arias es su nombre, respecto a las protestas populares en América Latina en Ecuador, Chile y Colombia, se refirió al tema.
El gran economista considera que es fundamental considerar que la emergencia de la era del neoliberalismo con la falsa ilusión de que sería una panacea, que logró la hegemonía de los mercados libres en el mundo, de eso hace ya cuarenta años, no ha sido cierto porque se esperaba un mayor crecimiento y este ha resultado más lento; el experimento ha sido un fracaso abismal, donde el único beneficiado es el 1% de la población que tiene casi todo de lo que carece el 99%, como denunciaría en su famoso libro El precio de la desigualdad. [1]
En realidad, no se ha cumplido los sueños de un mayor crecimiento, con un efecto derrame, que beneficiaría a todo el mundo, ya que habría una mayor financiación, globalización, liberalización, cuotas de impuestos más bajas; al contrario, estamos frente a un fracaso abismal que la gente conoce porque no son cinco o diez años en que se llevara a cabo el experimento de la escuela de Chicago, que tantas víctimas cobró en el Cono Sur, con la Operación Cóndor.
Ahora estamos ante una mayor desestabilidad económica, la esperanza de vida en los Estados Unidos de América ha decaído, hay una depravación moral evidente con los préstamos abusivos, cuando las transnacionales vendían substancias adictivas y desmentían el hecho, en especial, con los opiáceos que ahora son una epidemia en todo el país estadounidense, que se teme que se torne en otra pandemia, especialmente con el fentanilo, el medicamento que toma el doctor House, M.D. para su dolor articular, ya que la mayoría de esta epidemia ha sido ocasionado por causas iatrogénicas. [2]
La industria automotriz también acudía a la desmentida, al ofrecer carros anti-contaminantes, que en la realidad material (Wirlichheit) sí los hacen.
Debo aclarar respecto al concepto de Wirlichheit que lo tomo más en el sentido freudiano que en la lógica kantiana, que sería inaccesible a las ciencias, lastradas por el juicio, relaciones de identidad entre sujeto y predicado, como si fuera una realidad objetiva, cuando para el maestro de Könisberg se refería al ideal lógico; pero que el neokantismo heideggeriano, sí creen que las ciencias puedan acceder a conocimientos universalmente válidos, garantes de la Revolución Copernicana, con hipótesis falseables o no a la manera de Popper, tal como lo plantea César Gómez Sánchez en su tesis Existencia y deber. El gestarse del nihilismo en Heidegger en confrontación crítica con Kant. [3]
Las compañías de alimentos metían productos adictivos que engordaban a los niños y procuraron un incremento de la morbilidad de diabetes infanto-juvenil, toda una epidemia.
La crisis climática y la desigualdad han creado un enorme malestar en la cultura, de ahí la insatisfacción no sólo en América Latina, sino en Europa, con el Brexit, y en Estados Unidos de América con Trump.
Ante la desigualdad en aumento en todo el mundo, un problema que parece irresoluble, los gobiernos deberían:
1- Regularizar las reglas de la economía de mercado, al hacerla más competitiva, con la ruptura de monopolios, el otorgamiento a los trabajadores de un mayor poder de negociación, con nuevas reglas para el corporativismo.
2- Definir la gestión de la globalización, ya que hay países más o menos desiguales, lo que no pasa en América Latina, donde la desigualdad ha sido bárbara, ya que se necesitan más oportunidades de educación en el mundo; pero, si cada vez se es más pobre, no es posible tener la financiación necesaria para tener mejores oportunidades, respecto a ella.
3- América Latina y -digo yo- España necesitan una mayor inversión en infraestructuras, en tecnología, en educación, en inversión pública, lo que redujo el fundamentalismo económico neoliberal, con su reducción del tamaño del Estado y la privatización a toda máquina.
4- Es necesario redistribuir mejor, con una mayor optimización de los sistemas de protección social.
Preguntado por el asunto argentino, un país que terminó el año pasado en una de sus peores crisis económicas, como el país más endeudado de la región, considera que Macri hizo buenas y malas propuestas; él intentó aumentar la deuda externa para invertir, esa fue su apuesta, en la que Stiglitz no creyó mucho y su desilusión se incrementó cuando los mercados se volvieran en contra del gobierno argentino, de donde el pobre peso colapsó y el dinero se fue del país, acrecentando la crisis, como una especie de crisis subintrante.
Macri había empezado con una gran ventaja, un nivel muy bajo de deuda, que devino inmensa a la entrega de su gobierno.
Pareciera que para Stiglitz el PIB no da cuenta de la riqueza de un país; pero, advierte que es algo por investigar, que lo malo de este índice es que no refleja un crecimiento sostenible, como ha pasado en los Estados Unidos de América, que en el 2007 parecía serlo; pero, ahora no por la contribución al calentamiento global, y tampoco aclara la distribución del capital –tal vez, fue de ahí donde un presidente de la ANDI declarara en su día que la economía iba bien pero que el país iba mal -.
Stiglitz ve que el precio de la desigualdad en el país del norte de América Latina da cuenta de que no es una buena sociedad, que, tal vez, no acabe bien.
El PIB tiene que cotejarse con las medidas de sostenibilidad y en su país natal la salud no está bien por causa de la desigualdad, la gente tiene menos esperanza de vida, la gente se está muriendo más joven.
Stiglitz declara que la economía es importante, pero no es todo. La gente está harta de ir a la guerra como si fuera Mambrú, a costa de nunca más volver.
Trump no le gusta a muchos, por la incertidumbre que genera; le parece que socava las leyes, que hay dificultades en lo asistencial; además, la economía no va tan bien allí, en el país de la Casa Blanca; hubo mayor creación de empleos con Obama que con Trump; igual pasó con el crecimiento y la expectativa de la esperanza de vida que se creía iba a ser más alta. Muchas de las bases no están tan bien.
Dos millones de estadounidenses perdieron sus seguros de salud y cree que la sumatoria de todos esos hechos irá en detrimento de la reelección de Trump; la gente no es tonta y ve que hay un estancamiento.
Si fuese reelegido, eso preocuparía mucho a los estadounidenses, porque no sabe qué implicaría para su democracia, la cual está siendo socavada de una manera continua; además, hay otros problemas como la tasa de homicidios por la libertad de armas; con una gran oposición entre las mujeres; si se dan nuevas guerras, Estados Unidos será muy afectado, porque las guerras van mucho más allá de sus fronteras, al igual que las crisis; ahora se requiere de una solidaridad global.
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[1] Stiglitz, J. El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita. Taurus, Madrid, 2012, 584 pp.
[2] Dapena, J. El sofisma del cambio del perfil de los de Unidades de Atención a dependencias químicas y conductuales en España. Academia.edu pp. 14-15. https://www.academia.edu/36330294/El_sofisma_del_cambio_del_perfil_de_los_usuarios_de_unidades_de_atención_a_DEPENDENCIAS_QUÍMICAS_y_conductuales_EN_ESPAÑA
[3] Gómez Sánchez, C. Existencia y deber. El gestarse del nihilismo en Heidegger en confrontación crítica con Kant. Tesis de doctorado para la Universidad de Granada, 2011. https://www.google.com/search?client=opera&q=Wirlichheit+en+Kant&sourceid=opera&ie=UTF-8&oe=UTF-8
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia