Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico Jesús María Dapena Botero (foto)
Psiquiatra y Psicoanalista
Vilagarcía de Arousa, 9 de mayo del 2018 – sábado; 10:30 a.m.
Querida colega cinéfila:
Me sorprendió la coincidencia en muchas de las películas, que nos llaman la atención en el cine iberoamericano.
Te confieso que no recordaba el título de la película sobre la Revolución de los Claveles, en Portugal; pero, sí supe que me encantó, ya que me encantan esas películas épicas, que dan cuenta de movimientos sociales reivindicativos; lo malo es que la tengo muy borrosa en la mente, porque me la pillé en una cadena de la televisión española.
Todo sobre mi madre me encantó, como, en general todas las de Almódovar, que he visto y me parece que trata con mucho respeto el tema del transvestismo; Átame, Los abrazos rotos y La Flor de mi secreto no las pude ver cuando las presentaron en el cine; pero, Volver me encantó con su inicio en el día de difuntos y la preparación del cementerio, que es algo que pude constatar que es una costumbre muy española, no sólo en el sur hispánico, sino también en el Norte, cuando fui con unos parientes, que le querían llevar unas flores a una tía abuela, la tía Rosa en Soutelo de Montes, donde naciera mi padre. Además, la aparición de la madre, tan desconcertante en un principio y ese magnífico papel de marihuanera, que hace la siempre admirable Blanca Portillo, que quizás me pareció que superó a la mismísima Penélope Cruz. Chus Lampreave como la abuela, me pareció tan genial como en las otras películas de Almodóvar en la que ella trabaja.
La mala educación me pareció dura, durísima, con toda la perversión de los curas pederastas y creo que fue rodada en Ourense, en el colegio de los salesianos; pero lo que más me gustó fue una entrevista, quien, a pesar de considerarse un homosexual confeso, declara que es un crimen – añado yo – de lesa humanidad, abusar de un niño, ya que ello puede conducirle a un destino funesto, no elegido desde su propio deseo, sino impuesto por el Otro.
Pero también guardo un grato recuerdo de Mujeres al borde de un ataque de nervios, con todas esas magníficas actrices, que escogieron y el hombre que va por la cinta de un aeropuerto, se me viene a la mente, cada vez que paso por una de ellas.
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Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia