Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
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Poeta es el que hace, y todos hacemos.
Cuando implica escribir, construir con palabras,
no es mero sentir. ¿Quién detiene un disfrute para escribir sobre él?
Se escribe paso a paso, con inevitables traspiés,
borrones, tachaduras, enmiendas,
hasta cuando parezca fresco y espontáneo.
Aun así, ¿para qué describir la emoción
y no meramente sentirla?
¿Y qué es sentir sino estar y ser en un mundo que es sin mí,
que me afecta y que yo afecto?
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Si escribes versos y los publicas, pretendes con ello que otros los lean.
Nunca conocerás a la mayoría de sus pocos lectores ni lo que piensen de tus poemas,
si los modificarán en algo, si se apropiarán de su significado –ojalá-,
si les servirán en su vivir o los desecharán.
Unos pocos te comentarán que les gustaron y la mayoría de ellos te mentirá.
Después de muerto no sabrás qué pasó o pasará con ellos,
si los recordarán o no y no tendrá importancia para ti
porque no podrás saber nada de nada,
porque ya no eres tú ni nunca volverás a serlo.
El olvido y la gloria serán lo mismo
e importarán quizás un poco a algunos otros
pero nadie es inolvidable.
Y no es el olvido que seremos
sino que seremos olvidados.
Seré olvidado de todas maneras
y no tengo porqué lamentarlo
pues ahora mismo ya está ocurriendo
y cuando suceda por completo
ya no seré.
¡Ah!
Y aunque no escribas versos sino que hagas algo mejor y más útil,
te pasará lo mismo.
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia