Demolición del Hospital San Juan de Dios de Bogotá, antigua Hortúa

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

«En plena pandemia, se violan el derecho a la salud y el derecho al patrimonio público. Necesitamos del San Juan de Dios», así lo afirma el médico Jaime Hernán Urrego Rodríguez (foto), PhD en Salud Pública y ex subsecretario de Salud Pública de Bogotá: «En plena pandemia, no solo tenemos que observar la violación sistemática del derecho humano fundamental a la salud, ocasionada por el modelo de mercado de la Ley 100 sino que, además, y fruto de esa ley, estamos ante la demolición del hospital San Juan de Dios, cuna de la salud pública y de la medicina colombiana».

Recuerda el galeno que el Hospital San Juan de Dios perteneció a la Universidad Nacional de Colombia desde que fue creado en el siglo XIX, y que fue cerrado en 2001 debido a la crisis a la que lo llevó la Ley 100. Durante 14 años estuvo bajo la tutela de la Gobernación de Cundinamarca, abandonado desde todo punto de vista, y agarrado por la corrupción.

«El gobierno de la Bogotá Humana lo expropió administrativamente y lo compró para Bogotá; era un predio de 13 hectáreas y 24 edificios patrimoniales, que incluía la Torre Central, la que en su mejor momento tuvo 900 camas hospitalarias en funcionamiento y que cuando fue cerrado contaba con 500 camas», señala Urrego Rodríguez, quien hace parte del Movimiento por la Defensa del San Juan de Dios.

Argumenta el dirigente social que el gobierno de Enrique Peñalosa, con una serie de argucias, desvió la intención inicial del hospital y la orientó hacia el negocio inmobiliario, la privatización de la salud y la violación del derecho al patrimonio: «En efecto, preparó una licitación que terminó este año, en el gobierno de Claudia López, en la adjudicación del hospital a un operador español por un valor de medio billón de pesos, operador que se encuentra incurso en investigaciones por corrupción y por una muy mala trayectoria contractual en España, en América Latina y en el resto del mundo. Este operador, con dicho dinero, va a tumbar la Torre Central del hospital y cuatro edificios más, y va a diseñar, a construir y a dotar un hospital de apenas 312 camas y va a operarlo durante 5 años en un modelo de privatización».

Nos cuenta el doctor Urrego que lo que se va a construir ya no es el Hospital San Juan de Dios sino lo que se ha denominado el nuevo Hospital Santa Clara, institución hospitalaria que hoy funciona de manera excelente con 250 camas, y que está ubicado a dos cuadras del San Juan. El Santa Clara va a ser trasladado a las instalaciones del San Juan porque por los alrededores de donde funciona actualmente pasará la primera línea del Metro de Bogotá.

«Estamos ante una violación del derecho al patrimonio, del derecho a la participación, del derecho a la salud y en la apertura de un gran negocio inmobiliario en el centro de la ciudad que solamente beneficiará a pocos y que va a perjudicar la salud pública de la ciudad y del país», asegura el doctor Jaime Hernán Urrego.

«En este momento hace curso una tutela que pide que se cautelen los derechos a la participación y al patrimonio, y estamos invitando a toda la sociedad colombiana, a todos los gremios de la salud y a los responsables, desde la autoridad pública, a que se revisen y a que se evite esta demolición, esta destrucción del hospital, y que se analicen posibilidades para que, en tiempos de COVID, podamos contar con un hospital que esté en pleno funcionamiento».

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

 

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