Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa
Por: Médico Hernán Gaviria Quintero (foto)
Miembro de ASMEDAS Antioquia
E-mail: [email protected]
En la red YouTube encontré una charla del 14 de mayo de 2020 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, titulada ÉTICA EN LA PANDEMIA POR CORONAVIRUS1, coordinada por el doctor Héctor Iván García, donde explican claramente cómo nos han incorporado a la metáfora de la guerra, la misma que Pasteur aprendió de su amigo Napoleón en el siglo XIX. Con este discurso han logrado una respuesta emocional en millones y millones en todo el mundo; de cuerpo, como dirían en el argot militar. Los médicos fueron convertidos en soldados de guerra, que van en primera línea de la batalla jerarquizada y, con los aplausos diarios de la ocho de la noche, se les anima como héroes; exacerban sus ánimos, y los incitan a trabajar sin descanso. En algunos medios protestan porque a los médicos tratan de discriminarlos en el transporte o en sus lugares de residencia; cuando su única misión es destruir al enemigo. Ese “maldito coronavirus” que se encarnó en los humanos. Los amigos los llamamos héroes y los que no se unen a estos aplausos, serán cobardes. Entre tanto, en la guerra todo se vale. La declaratoria de conmoción decretada por el gobierno nacional fue justificada y todo lo injustificable será válido. Como dicen en la charla, en la pandemia se instrumentalizó el sufrimiento y se engrandeció. No deberíamos olvidar esta frase “Aunque una guerra es un desastre, la pandemia no es una guerra: es un desastre”, como para reflexionar en torno a la ética de la cuarentena.
Los que comandan la guerra, pasan triunfantes en espera de medallas. El 25 de abril de 2020, la revista Semana anotó “ La crisis del coronavirus está produciendo una situación inesperada. Los colombianos que antes despreciaban a sus gobernantes ahora los aplauden”2. El presidente Duque contó con una favorabilidad del 63.2%, la alcaldesa de Bogotá Claudia López con 78.1% y el alcalde de Medellín Daniel Quintero con 65.3%, y así sucesivamente todos merecerán reconocimientos marciales.
El relato de Le Monde Diplomatique3 sorprende por la vigilancia total del llamado Estado digital en esta pandemia: “Cuando los sensores del metro de Pekín detectan a un pasajero con fiebre, el sistema de reconocimiento facial lo identifica y le envía un mensaje a su celular instándolo a que se acerque en un plazo perentorio al centro de control más cercano a hacerse el test, al tiempo que rastrea a quienes compartieron el vagón para que hagan lo mismo […] , la soberanía ya no reside en quién es capaz de cerrar las fronteras sino en quién controla los datos. Soberano no es el que decide; es el que sabe. Dotado de un panóptico digital compuesto por 170 millones de cámaras, el Estado chino logra niveles de trazabilidad que le permiten encontrar y aislar a los contagiados, pero esto sólo es posible en un país en el que las empresas de telecomunicaciones no tienen inconvenientes en compartir los datos con el Estado, porque son públicas, y en el que los derechos civiles directamente no existen”. Medellín, en algo parecido también ejerce control: “El gerente del Metro de Medellín, Tomás Elejalde, explicó que la Tarjeta Cívica solo estará habilitada para los usuarios que están dentro de las excepciones y se inscribieron en la plataforma “Medellín me Cuida”. […] La Tarjeta Cívica va a estar cruzada con ‘Medellín me Cuida’, lo que quiere decir que lo que esté establecido en la plataforma, en términos de poder o no movilizarse para un ciudadano, se va a trasladar a la tarjeta»4. En la guerra todos somo censados y vigilados. El gobernador de Antioquia se jacta de rastrear a los contagiados y nos advierte: “ La tecnología, que se implementa a través de Google Cloud Plataform, permite monitorear el ID de los celulares de las personas que han sido declaradas como casos positivos del nuevo coronavirus, y con este se puede identificar qué otras personas estuvieron cerca a los ya contagiados5.
Esta guerra, como otras, tiene muchos frentes por cubrir y muchas lecciones por aprender, en especial para los que su nutren o viven de ellas. Bien lo advirtió Byung-Chul Han en un artículo publicado en el periódico El Tiempo6 donde expresó “su preocupación por que el coronavirus imponga regímenes de vigilancia y cuarentenas biopolíticas, pérdida de libertad, fin del buen vivir o una falta de humanidad generada por la histeria y el miedo colectivo”.
En el “frente” como metáfora de guerra, es loable la posición de ASMEDAS Antioquia7, como sindicato, en el acompañamiento a los trabajadores de la salud, incluyendo a los “tercerizados”, que van en la “primera línea”, de responsabilizar a los gobiernos (nacional, departamental y municipal) por los riesgos inherentes a la ausencia de protocolos, elementos de protección y recursos para atender el desastre. Estos mismos reclamos se han sentido desde Alemania ( médicos protestan desnudos por desabasto en equipos de protección personal) hasta el Amazonas (renuncian médicos en el único hospital por falta de elementos necesarios).
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1 https://www.youtube.com/watch?v=UFHQebYjQV0&t=3990s
2 Revista Semana: https://www.semana.com/nacion/articulo/crisis-del-coronavirus-mejora-la-imagen-de-presidente-y-alcaldes-por-su-gestion/666056
3 José Natason, Lo Imposible en: Le Monde Diplomatique en Español, Edición 2020 No. 250, refiriéndose a Byung-Chul Han
4 Noticia consultada el 17/05/2020 en: https://www.rcnradio.com/colombia/antioquia/metro-de-medellin-restringira-el-ingreso-de-pasajeros-cuando-alcance-35-de-su
5 Noticia del 20/05/2020 : https://www.elespectador.com/coronavirus/gobernacion-de-antioquia-rastrea-contagios-de-covid-19-partir-del-id-de-celulares-articulo-920390
6 El Tiempo, 17/05/2020. https://www.eltiempo.com/mundo/asia/byung-chul-han-habla-del-efecto-del-coronavirus-en-las-personas-y-sociedades-496296
7 Momento Médico No.319 en: https://drive.google.com/file/d/1Vg4uFZwEBsfAp3gOrbxT8RTvxnaI3JsA/view
Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa