Oficio. Microcuento, segundo en convocatoria

El microcuento OFICIO, de autoría del médico Emilio Alberto Restrepoo Baena, quedó en el segundo puesto en la convocatoria de la primera edición del “CONCURSO INTERNACIONAL DE MICRORRELATOS MÉDICOS AMIR», organizado por AMIR MÉXICO en colaboración con CITA EN LA GLORIETA y TOPmicrorrelatos.

Aquí está la noticia: https://citaenlaglorieta.blogspot.com/2019/08/ganadores-del-i-concurso-de.html?fbclid=IwAR2M8uKLlpMmkLkW9fiWan6GhyIJ8S3hqUhrbzNfFCglk7aNKQRoig_ISeY

Tomado de: Blog del médico Emilio Alberto Restrepo Baena

A continuación publicamos el texto completo del microcuento:

OFICIO

Por: Médico Emilio Alberto Restrepo (Colombia) -foto-
Ginecoobstetra
Integrante Taller de Escritores ASMEDAS Antioquia

– Bájese sin escándalo… deme las llaves, no quiero matarlo.

– Tranquilo, no me haga daño, no dispare.

No tenía opción. A tropezones, con una opresión en su pecho y una voz apenas más temblorosa que sus piernas, se bajó; viendo aquella mirada fiera, contundente, entendió que era un experto, un profesional.

Entonces, sin quererlo, lo miró a los ojos. Hubiera deseado no haberlo reconocido…maldijo.  Se sintió miserable cuando se oyó balbuceando como un imbécil:

– Mendoza…¿no me reconoce? Soy el doctor Restrepo, el que lo operó cuando usted llegó herido al hospital. Recuérdeme, Mendoza; yo lo cuidé, nos hicimos muy amigos cuando usted casi muere abaleado.

– Claro que me acuerdo, médico. Yo estoy vivo gracias a usted. Pero usted estaba trabajando, hizo bien su labor… Ahora yo estoy en mi trabajo y hago muy bien mi oficio.

No sintió nada. Pensaba que las balas dolían al entrar y se alegró de que no fuera así. Le pareció muy duro el suelo y triste la forma como se diluyeron recuerdos, afectos, apegos, el orgullo, ese cuerpo que ya casi no estaba, ese líquido caliente que humillaba su hombría, ese frío que le desgarraba el alma….

2° Premio en Categoría Ciencias de la Salud
“I Concurso de microrrelatos médicos AMIR”

Nota: El doctor Emilio Restrepo nos relata que este cuento lo escribió basado en una anécdota que le sucedió con el doctor Mario Botero Betancur (qepd), cuando era residente y rotaba por Cirugía General.

 

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