Historia de la cura por la palabra

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico Jesús María Dapena Botero (foto)
Psiquiatra y Psicoanalista

1. La cura por la palabra en la Grecia Antigua

La cura por la palabra tiene una arqueología, a la manera de El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica de Foucault 1

En primer lugar, Platón pensaba cómo racionalizar la cura por el ensalmo o el conjuro para tratar el alma; pero era un concepto que resulta más bien un preconcepto, insuficiente para explicar la cura, ya que era una práctica usada desde los prehoméricos que tal vez tuviese efecto, en algunos casos, por sus contenidos metafóricos y alegóricos, en tanto palabras sugestivas, mediante palabras lisonjeras y plegarias encantadoras al enfermo, en la que sin duda alguna funcionaba la superstición y la impostura, como algo demoníaco, vinculado con la magia, el sacrificio y la adivinación, como si fuéramos los médicos encantadores de serpientes, como una suerte de hechizo que influía en la psicología del paciente de una manera eficaz, dada su capacidad de persuasión, casi como si se hablara con un niño sugestionable, ya que el miedo a la muerta es algo infantil, de tal forma que el ensalmo espantara esos miedos; aunque Sócrates pensaba que el arte de la medicina consiste no sólo en atender el alma, sino hacer una medicina, integral, que atendiese al cuerpo mediante brebajes hechos con plantas, algo que él había aprendido en el ejército de un médico tracio, mediante lo que ahora llamaríamos una medicina integral.

Lo cual llevaría al σοφροκίνης, que se lee sofrokinis, que invitaba a la moderación, la discreción, el autocontrol, temprana y la sobriedad, que nosotros llamamos sofrosine, que tiene importancia en la curación, que conduciría a la catarsis verbal, de tal forma que Platón se considera el creador de la psicoterapia verbal científica, donde el médico comunica sus impresiones al enfermo, le instruye para ir conduciéndolo lentamente a un mejor estado de salud.

La catarsis de las pasiones y emociones, ya utilizada por los grandes trágicos griegos, fue más comprendida por Aristóteles, en este caso referida a los conflictos interiores del sujeto, en una especie de homeopatía, cosa que aún defiende el gran psicoanalista actual Juan-David Nasio, al hablar de que las pasiones, que se agitan en el inconsciente, se apaciguan cuando son expulsadas con la palabra, con las cuales el analista es empático desde la transferencia, al salir como un grito mudo, ante el dolor y el silencio que emana de las entrañas del sujeto, como algo que golpea durísimamente, como un Real que se impone, desde el punto de vista lacaniano, que logra arañarse e introducir en el registro de lo simbólico, que en las psicosis está aplastado; pero, que son susceptibles de otro tipo de transferencia, que la de los neuróticos de Sigmund Freud… 2, 3 

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Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

 

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