Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia
Por: Médico Carlos Enrique Escobar Gónima (foto)
Ginecoobstetra
Luego de profundas meditaciones redacto estos escritos, ya que fueron muchas las presiones para darlos a conocer. Sé que ello obedece a cierta fama que adquirí cuando publiqué la conocida hipótesis de la mazamorra, hasta ahora no rebatida. De acuerdo a ella, comerla abre una prolongación oculta en la curvatura mayor del estómago, a modo del rumen vacuno, para aparecer un espacio suficiente que permite alojar y digerir una completa bandeja paisa sin provocar un colapso por hartazgo. Mi mérito sólo fue posible en razón de que ningún científico come mazamorra.
Dicho esto, señalo que mi intención es altruista. Aquí no hay afán de lucro, ni siquiera como una Carrasquillada. Entiendo que la Carrasquillada es un término que miembros del Capítulo correspondiente de la Academia de la Lengua van a proponer para referirse a ganancias económicas adquiridas de formas poco elegantes. El Carrasquilla del cual deriva la palabra, por supuesto, no es nuestro Tomás, el escritor costumbrista antioqueño.
En los escritos, seguiré el orden que nuestro padre Giovanni Battista Morgagni nos enseñó para los estudios patológicos, A capite ad calcem, es decir de la cabeza a los pies. Y, con dolor en el alma, señalo el error de mi padre. A Don Morgagni se le olvidó el pelo, para ser más correctos, el cabello. Sus estudios se iniciaron siempre por la cabeza, pero, o todos eran calvos en Padua, donde ejerció, o los pasó por alto. Existen un poco más de cien mil razones, léase cabellos, número no despreciable, para hacer referencia a ellos. A continuación en algo subsano su error.
Entrando en materia, la calvicie androgénica se conoció durante muchos años como hipocrática en razón de que el ilustre médico griego fue uno de los primeros en mencionarla y padecerla. Conocemos que elaboró sin buenos resultados, un remedio para ella donde la rila de paloma era un elemento esencial. Mucho más reciente y efectivo hasta tal punto que ya fue patentado por un laboratorio suizo, es el lambido de lengua de vaca. La demora en la comercialización parece ser por algunas dificultades en el empaque, puesto que la lengua de vaca requiere el resto del animalito para funcionar. Pero, ojo, no confundir la calvicie hipocrática con la desaparecida tonsura eclesiástica. Para nuestros lectores “Millennials”, la tonsura era una rasurada con barbera hasta dejar pelada la coronilla de la cabeza que se les hacía a los candidatos a fraile. Observen al antiguo procurador, hoy embajador en la OEA, y eso es lo más parecido a una tonsura de seminarista que les puedo mostrar.
Respecto a la forma, poco hay que decir. El gran Leonardo, anatomista y pintor renacentista, lo expresó con autoridad suficiente. Mona Lisa. Por lo tanto, debe existir la morena crespa. El crespo o cabello ensortijado es un mecanismo de doña genética para permitir túneles que faciliten el paso del aire por el pelo y así bajar la temperatura de la cabeza. A quien esté interesado en ampliar los estudios al respecto, lo único que les recomiendo, para facilitar las cosas, es encontrar como caso índice una morena a la que dejaron con los crespos hechos.
En mi caso personal, el interés investigativo lo centro en la pérdida temprana de melanina del pelo que llaman canas prematuras y, por ello, vengo observando, aún sin sacar conclusiones definitivas, al círculo más cercano a Iván (el nuestro). Observe usted al Ministro de Salud y al de Medio Ambiente, al consejero de Seguridad Jaime Amín, al Gomelazo, Director del Dane, y al propio Iván (el nuestro) poca melanina tienen en su pelo. Es cierto que hay otros dos canosos adicionales, los más bravucones; el Ministro de Defensa y el Canciller, pero a estos no los incluimos por la edad. Este grupo que algunas atrevidas e imprudentes comadres denominan los desteñidos, sin saber si es por sus canas prematuras o por lo poco que han mostrado, será motivo de una vigilancia epidemiológica para ver si es posible configurar un nuevo síndrome que enriquezca a la ciencia.
Para terminar, se comenta en corrillos que los asalariados y pensionados de clase media deben tener los músculos horripiladores o erectores del pelo en plena función y por ello los pelos de punta, peli parados que llaman pues, en el Plan Nacional de Desarrollo, hay intenciones para dejarlos más pelados que tonsura de franciscano. Muchas Carrasquilladas y no pocos micos y orangutanes se moverán en el Congreso para favorecer los grandes capitales. Tendremos que leer con pelos y señales dicho plan. ¡Sí, Señor!
A modo de Colofón:
Por fin encontraron el calificativo para incluir a todos los contratistas que se robaron los dineros de la alimentación escolar, desde el sur del país a la alta Guajira. Sabandijas.