Tomado de: www.elheraldo.co
Por: Álvaro Villanueva
Columnista
(Artículo publicado originalmente el pasado 14 de marzo de 2019)
Se estima que la carga mundial de cáncer en 2018 aumentó a 18,1 millones de nuevos casos y 9,6 millones de muertes. Uno de cada cinco hombres y una de cada seis mujeres en el mundo desarrollan cáncer durante su vida, y uno de cada ocho hombres y una de cada 11 mujeres muere de esa enfermedad.
En el 2018, según el Sistema de vigilancia de cáncer, Sivigila, se registraron 101.893 casos de cáncer en Colombia, el número de fallecidos ascendió a 46.057 personas, casi el 50%. Y 1.727 casos fueron registrados en menores de edad, el 31% asociado a LLA. El cáncer, de acuerdo con Minsalud, es la segunda causa de muerte en niños y la sobrevida no supera el 60% en nuestro país. 40% fallecen, por mal diagnóstico, diagnóstico tardío o abandono del tratamiento con un subregistro importante.
La lucha contra el cáncer infantil constituye un desafío importantísimo en Colombia desde hace varios años. Por declaraciones de la Defensoría del Pueblo, el 60% de los menores que padece la enfermedad fallece por falta de atención médica, fallas y demoras en tomas de un simple examen de sangre, suministros de medicamentos y desconocimiento de medidas tempranas para su detección, como signos o manifestaciones de alarma, morados en la piel, sangrado fácil al cepillarse, pérdida de peso, fiebre, decaimiento. A lo anterior se suma, en muchos casos, la incapacidad económica para pagar un transporte, o la imposibilidad de un hogar o un sustento, en una ciudad con medios apropiados para los tratamientos.
Desde hace seis años, la Fundación Casa hogar Andrea ha prestado su apoyo para que algunos de estos niños tengan una habitación, traslado a sitios de tratamiento, así como el alojamiento y la alimentación de ellos y de sus padres, con el fin de brindarle a esta población desprotegida acompañamiento, educación, entretenimiento y cariño, y que así se disminuya el impacto de la enfermedad, ya que –a diferencia del adulto– el 80% del cáncer infantil puede ser curable, y en algunos países nueve de cada 10 niños sobreviven. Pero en Colombia solo lo alcanza la mitad.
Las estrategias más importantes para el control del cáncer deben dirigirse a mejorar la educación de la comunidad en general, para sospechar de los signos y síntomas del cáncer. Ajustar el cumplimiento de las EPS y dejar solo las que cumplan. Lograr la formación del personal médico y de salud en general para un diagnostico rápido y efectivo, con la creación de centros especializados con capacidad tecnológica avanzada y de investigación.
Lo más importante, despertar la solidaridad de todos, desde los más pudientes hasta los de menor capacidad, con la conciencia de darle siempre un apoyo a quienes lo necesitan. El próximo domingo se llevará a cabo la Sexta caminata de la luz por los niños con cáncer, y también se realizará la Triatlón de la esperanza en Puerto Velero. Dos eventos que buscan ayudar y acompañar a los niños que están en esta gran lucha.
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