El trabajo médico en el siglo XXI

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

Por: Médico Carlos Alberto Giraldo Giraldo (foto)
Médico psiquiatra
Representante del Consejo Superior Universitario ante la Junta Directiva de la IPS Universitaria

En la última reunión de la Junta Directiva de la Asociación Médica de Antioquia ASMEDAS, realizada el pasado lunes 4 de marzo de 2019, se abordó el tema del trabajo médico a partir de poner de presente la confrontación que se da en la IPS de la Universidad de Antioquia entre quienes han promovido, se han lucrado y han auspiciado la intermediación laboral y de prestación de servicios, y quienes promueven el contrato laboral individual como la condición mínima del trabajo decente que tiene por efecto la prestación de servicios con recurso propio como condición mínima de la sostenibilidad de la institución.

El contrato laboral individual surge como consecuencia de la revolución industrial y tiene como propósito regular las relaciones entre el capital y el trabajo con el ánimo de pacificar una relación esencialmente inestable. En esa misma lógica, surgen los sindicatos que reúnen un grupo de personas sujetos de contrato laboral individual que buscan equilibrar las cargas entre el capital y el trabajo que son estructuralmente asimétricas.

Pero en 1987, en una entrevista, Margaret Thatcher pronunció una sentencia que le declararía la muerte a toda organización social, para instaurar en el mundo a su majestad el individuo. En Inglés suena más contundente: “There is no such as society”. No habrá más colectivos societarios, es una traducción libre, pero igualmente contundente. El colectivo, que por su esencia es un estorbo para la ideología neoliberal, es el sindicato, le pone palos en la rueda a la codicia y, por lo tanto, es imperativo acabarlo. Como lo plantea Wolfgang Streeck en su texto El regreso de lo reprimido como principio del fin del capitalismo neoliberal (2017): “A comienzos de los ochenta se presenta la pérdida de importancia de las organizaciones sindicales, además de un descenso dramático de la actividad huelguística a escala mundial; en suma, dicho de otra manera, una desmovilización en el frente más amplio de todo el aparato de participación y redistribución democráticas de la posguerra, situación ésta que, de forma lenta, pero tanto más segura, acabó siendo la norma”.

Este mismo autor plantea que lo anterior se da en el marco del giro neoliberal que nació bajo el signo de una nueva diosa llamada TINA: There Is No Alternative (NO HAY ALTERNATIVA), con una larga lista de sacerdotisas y sacerdotes. Esta anotación es muy importante porque, para la entronización de esa diosa, el neoliberalismo se convirtió en el pensamiento único con el fin de remover todas las barreras culturales que fueran obstáculo e instaurar la promesa de un mundo feliz.

La cantidad de perversiones que produjo en el pensamiento occidental la deidad en mención no están escritas. Nos interesan, en particular, los efectos sobre el trabajo médico. Valdría la pena preguntarse por los efectos sobre la práctica médica y la relación médico paciente. A riesgo de simplificar, podría decir que, con respecto al trabajo médico, lo que más impacto ha tenido es la flexibilización laboral y la privatización. Y el mayor impacto es despojar al médico de su condición de sujeto en general, pero de sujeto de contrato en particular. Cuando un tercero, llámese cooperativa, sindicato de gremio o sindicato de cualquier otra clase, contrata por mí, me despoja de mi condición de sujeto de un contrato y, de paso, de mi condición de ciudadano. Pero, si además me esquilma y yo recibo todo eso en actitud resignada y normalizada, algo cambia en la valoración que yo tengo de mí y de mi profesión. Otro cambio muy importante derivado de la misma o-diosa son los contratos basura: Los contratos que cada mes, o cada dos o tres, el médico espera que le renueve un funcionario que, como un esbirro, estampa su firma. Ciclos de vida económica que hacen que los médicos adquieran una mentalidad de corto plazo, que no sean sujetos de crédito y que, incluso, no puedan hacer promesas de amor que normalmente son a más tiempo.

Si bien estos son obstáculos mayores, le dan sentido y fuerza al trabajo de la organización.

Tomado de: Oficina de Comunicaciones, Información y Prensa ASMEDAS Antioquia

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