La carrera de este autor comenzó desde joven. Ahora es un escritor maduro, con una obra consolidada
Tomado de: www.eltiempo.com
(Artículo publicado originalmente el 28 de enero de 2019)
Antes de ser médico y especialista, Emilio Restrepo conoció la vocación de su alma: la de contador de historias. Por eso, desde muy pequeño, se interesó por lo que sus padres, tíos y abuelos le contaban cuando se reunían en la cocina de la casa. Y, si hacían falta más historias, se iba para el teatro Mariscal; cuando salía de allí, contaba a sus amigos lo que había visto, lo hacía con detalle, con teatralidad.
Luego se convirtió en médico y se especializó en ginecobstetricia y laparoscopia, pero su vocación genuina perduró: 14 libros suyos han sido publicados por diferentes editoriales.
Restrepo considera que su carrera de escritor, que ha llevado a la par con la medicina, se ha ido formando lentamente. En 1991 publicó Textos para pervertir la juventud, un poemario que ganó el primer lugar en el ‘Concurso de Poesía Universidad de Antioquia, 120 años Facultad de Medicina’.
El escritor todavía recuerda, con entusiasmo, cómo fueron leídos esos poemas en varios recitales de la ciudad y la alegría con que la juventud se volcó a leerlos.
Sin embargo, se dio cuenta de que su vocación no era escribir en verso. Entonces, comenzó a hacerlo en prosa, con mucho más ahínco, tratando de narrar historias fuertes, ambientadas en los problemas de una ciudad como Medellín.
“Mis historias siempre se han movido en dos ámbitos: el barrio y lo que sucede en el entorno médico. Son dos mundos muy ricos para un escritor, mis libros casi siempre giran en torno a ellos”, explica.
‘La novela negra no es un género menor’
Fue precisamente en ese ambiente de ciudad que el médico inventó un personaje: Joaquín Tornado, un detective privado algo mundano, dotado de una capacidad de análisis envidiable, buen observador y notable interrogador. Su apellido, Tornado, es una metáfora de su vertiginosa personalidad, su acelerada forma de actuar y su implacable severidad para tratar a los sospechosos.
La primera aparición de Tornado fue en 2013. Ese año, bajo el sello editorial del ITM, se publicó Un asunto Miccional y otros casos de Joaquín Tornado, detective. Allí, el investigador se enfrenta a una serie de casos ambientados en Medellín, que bien pueden ilustrar lo que es la ciudad. En uno de ellos, por ejemplo, Tornado debe averiguar por qué a un grupo de taxistas de la Villa de Aburrá los estaban asesinando con un tiro de gracia y dentro de sus propios vehículos.
Luego, debe desentrañar otro caso complejo que aparece publicado en un periódico sensacionalista que circula en la ciudad. El diario informa de dos muertes en un mismo día: un abogado que parece haber sufrido un infarto y un joven que se colgó dentro de su propia casa.
Pero Tornado apareció, al parecer para quedarse, bajo el sello editorial UPB, en 2015. La obra de Restrepo forma parte de la serie Policías y Bandidos, que publica la universidad. Son cuatro autores los que se incluyen en esta colección: Jonh Saldarriaga, con su personaje el fiscal Rosado; Memo Ánjel, con su detective Rambert; Verónica Villa, con Marina; y Emilio Restrepo, con Joaquín Tornado.
La idea, dice Restrepo, es que cada año se publique un libro de cada uno de los autores. Por eso, dice, los lectores ya se identifican y conocen a los personajes, incluso más que a los autores.
Para el médico, la novela negra no debe verse como un género inferior o de segundo orden dentro de la literatura: “Este esfuerzo de UPB con la novela negra es único en el país, en ningún otro lugar se está tomando este género con la seriedad que lo estamos haciendo. Por eso, ya nos invitaron al festival Medellín Negro de este año, allá expondremos nuestro trabajo”.
Bajo la editorial UPB se han publicado tres libros de las aventuras policíacas de Joaquín Tornado. Este año, dice el autor, espera presentar uno nuevo. Justifica la prolificidad: “A Tornado lo tengo que sacar todos los años con casos nuevos, aventuras diferentes. Si no lo hago, es como si se muriera”.
¿Reconocimiento?
Restrepo dice que, a pesar de haber publicado 14 libros y sido finalista de concursos literarios como el Álvaro Cepeda Samudio, no es muy conocido en los círculos literarios fuera de la ciudad. Sin embargo, eso no parece preocuparlo. “A mí me llama más gente a preguntar por mis libros, desde España que desde Bogotá. Acá en la ciudad hay muy buenos escritores como Esteban Carlos Mejía, Memo Ánjel, Darío Ruiz. En Bogotá, por ejemplo, no los conocen”, asevera.
Y, a paso seguido, da un consejo para quienes pretenden emprender una carrera literaria: “El que quiera ser escritor que no espere aplausos, tampoco admiración. No, lo importante son las historias que brotan de uno, del alma. La literatura debe ser el siquiatra personal, lo que nunca lo abandona a uno”.
Tomado de: www.eltiempo.com