Los médicos no somos asesinos

Ser médico en Colombia Texto de la abogada Carolina McCormick

Tomado de: www.change.org

Un nuevo caso de presunta negligencia médica estremece a los medios de comunicación, y traslada a la cabeza de cada uno de los profesionales de la salud lo que representa su peor pesadilla; ser señalado de haber incurrido de una conducta delictiva por ejercer su actividad profesional.

Sé que voy a generar infinidad de malestares y que probablemente este texto será uno más de los que la gente prefiera no leer, pero soy incapaz de guardar silencio frente al tema.

Es lamentable lo que le ocurre al Dr Sanchez García, Cirujano a quien han imputado cargos penales por el presunto homicidio culposo del periodista Mauricio Orjuela.

Pero, a pesar de lo lamentable y preocupante de la situación, no me siento indignada. Este año he tenido tantas razones para indignarme, que me sorprendió que el primer sentimiento en alojarse en mi corazón no fuera la indignación, en esta ocasión sentí rabia. En Colombia tenemos cientos, quizás miles de médicos que, como Sanchez García, son señalados injustamente como delincuentes.

Las irregularidades en los tiempos de atención, la falta de insumos, la no disponibilidad de equipos y tecnologías diagnósticas, la negación de servicios por falta de convenios y las condiciones particulares e irrepetibles de la atención a cada paciente como ser humano único, generaron la tormenta de tropiezos que hoy le arrebatan la calma y el buen nombre a un médico colombiano.

Mientras muchos ciudadanos del común, periodistas y funcionarios judiciales se preguntan ¿por qué no hubo un actuar oportuno por parte del médico? Y, careciendo de conocimientos mínimos en medicina, desconociendo el contenido de la historia clínica, y sin idea alguna sobre en qué consiste la autonomía profesional, señalan con dedos inquisidores el actuar de un profesional; yo me pregunto ¿Hasta cuando?.

El Dr Sanchez García representa las condiciones de ejercicio profesional de aproximadamente 100.000 médicos en el país; médicos que pasaron de ser prestantes profesionales y especialista, a convertirse en expertos en el arte de la magia y la adivinación, fuentes inagotables de creatividad y esclavos de un sistema frente al que prefieren mantener la cabeza erguida con tal de no perder la poca dignidad que les queda, que no es más que un pedazo insulso de ego que se les aferra fuertemente de alguna de sus costillas.

¿Hasta cuando van a trabajar sin insumos?

¿Hasta cuando van a trabajar más de doce horas continuas?

¿Hasta cuando van a trabajar en cuatro o cinco IPS lidiando a diferentes equipos de trabajo, condiciones de atención y modalidades de contratación?

¿Hasta cuando un sólo médico va a seguir haciendo el trabajo de tres?

¿Hasta cuando van a seguir leyendo el tarot cada vez que no hayan ayudas diagnósticas o exámenes de laboratorio?

¿Hasta cuando van a esperar resultados de interconsultas con especialistas que solo van una o dos veces a la semana a determinada clínica u hospital? ¿O que simplemente están tratando de contratar porque al último le quedaron debiendo meses de trabajo?

¿Hasta cuando va derrochar su capacidad creativa cada vez que tenga que inventarse insumos que reemplacen a los que están agotados o medicamentos que no están en el plan de beneficios?

¿Hasta cuando van a seguir justificando que las primeras medidas de ahorro institucional se apliquen a la calidad de los insumos y a los honorarios médicos?

¿Hasta cuando van a tolerar pagos de honorarios a 60, 90 o 120 días, y retrasos hasta de un año?

¿Hasta cuando va a sentir pánico por perder un trabajo en el que no le pagan y le irrespetan?

¿Hasta cuando va a pensar que la mejor solución a sus problemas es delegar en otros sus responsabilidades gremiales y generacionales?

¿Hasta cuando va a entender, por el amor a Dios, que este sistema no le está garantizando múltiples fuentes de trabajo, sino que lo está manteniendo lo suficientemente ocupado como para que usted no tenga tiempo de pensar y ser crítico frente a los abusos de que es objeto?

¿HASTA CUANDO???? Y sí LE ESTOY GRITANDO EN EL PROTOCOLO DE LAS REDES SOCIALES, porque si para Usted todo esto no es suficiente, PARA MI HA SIDO DEMASIADO, yo ya me estoy cansando y harta de escuchar a diario las mismas quejas, la misma lloradera. Usted se interna en su consultorio o en un quirófano y centra su atención en la atención de sus pacientes, yo llego a mi casa cargada de historias absurdas y abusos imperdonables que no me dejan conciliar el sueño.

Al Dr Sanchez García no lo conozco, pero lo que leo y escucho sobre él me ahoga el alma, porque mañana puede ser cualquier de los médicos que sí conozco, alguno de los tantos a quienes estimo.

¿Hasta cuando vamos a seguir levantando pulgares en Facebook y pintando corazones en twitter? Como si con eso les fuera a mejorar la vida, cuando los necesitamos decididos y convencidos de que lo correcto es reclamar lo justo.

Ya no sé a quien le debe dar más vergüenza, si al médico que se aferra a un pésimo lugar de trabajo a pesar de estar expuesto a una pena privativa de la libertad por la infinidad de motivos que hoy tienen cogidos del cuello a tantos Doctores Sánchez García qué hay en el país; o al que está atento esperando a que el colega se cansé, renuncie, o lo condenen, para quitarle el trabajo y exponerse al mismo riesgo.

Por último, y consciente de no arrepentirme de ninguna de mis letras, firmo la publicación; porque también me cansé de ver publicados mis pensamientos, mis sentimientos y mis emociones a nombre de otros que ni siquiera conozco.

Tomado de: www.change.org

 

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